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CAP. XXIX. — REGRESO Á cabezas no se efectuó el hacerles una plática reservada, que era la'que para aquellos solicitaba... Aquí sigo reado con cartas y Otros asuntos que atu- ocurren, que suelen ser mayores que mis fuerzas. Estan se hallan algo a trasadas con un contínuo fuerte temple de cabeza, el pecho costipado, frecuente convulsion y no la mayor robustez ; estoy tomando la leche de burra por órden de los médicos y pronto me iré á Ronda, siendo Dios servido, á templa dos.. Las cosas del interior las juzgo des- tomar los baños en estado deplorable, porque la disi pación del corazon sigue en tales tér minos que apénas apelezeo mi reme dio: aquella inclinación que V. no sé si es mayor cada dia, la tificacion del genio ete. ninguna : todo yO soy una pura miseria; te advierto algun amor á la oracion y que fácilmente se llena de fervien tes afectos el corazon cuando lee ó le deurre con viveza la gloria de salvacion de las almas y tranquilidad de la Santa Iglesia, junto una muy ge nerosa confianza para pedirla y espe rarla y para esforzar á los afligidos 6 pusilánimes. Yo no me entiendo en estas contrariedades:; Dios me mire con misericordia... Prevengo á4 V. que ya tengo concedido el beneplácito de mi Prelado para asistirle en la ocasion que su vida se halle en grave peligro si me hallare por estos paises y sin la sujecion de actual Mision, y asf me lo avisará cuando llegue ese caso para prontamente ponerme en cami no. Por amor de Dios V. segun su necesidad y la mia, pues to que la santa Regla da facultades para ello. » sabe mor no obstan Dios, que se cuide CAPITULO XXIX. Regresa el B. Diego á Andalucia. Mision de Ronda. (1/83) 334. Concluida la Mision de Al calá de Henares, salió el Beato el 7 de Mayo de 1783 llegando á Málaga al 1 de Junio, pero con las fuerzas tan caidas que se vió obligado á tomar medios restablece F.- 0 eficaces para ANDALUCIA RONDA 111 MISION DE salud ó aliviar lo posible sus dolen cias. Daba compasión contemplar al in fatigable Apóstol en un contínuo des temple de cabeza, irritado el pecho con fuerte costipado y sufi iendo fre- cuentes convulsiones. Por lo cual tras á Ronda de donde eseribió (1): parece ladóse « He comenzado los baños y surten buen efecto, aunque la cabeza no se entona. Sigo del modo que v, disciplina Vagos me dice, y sólo hago la diaria para suplir en los lo que en los viajes ete. he faltado á procuro no faltar oracion y al uso de las jaculatorias, mas todo es como lleno de infinttos defectos » ¿ ó Y sabiendo despues que su venerable Director sufría una gravé tribulacion, añadió (2): « El Señor a- sista 4 V, y lo fortalezca para tribulacion que tanto nos da que sen- tir, y verle libre de estos sinsabores, si así fuere de su di- vino agrado: creo lo habrá V. mendado á San Juan Nepomuceno, yo así lo he hecho, hago y haré hasta ver el fin de este negocio: en él como contar con dias los de constitucion:; A los dos ratos de cosa mia, esta nos conceda de 2oco- en otro cualquiera debe V, migo, de modo. que, me parece puedo decir con verdad lo de San Pedro: etam st oportuertt me semul commort tibi, non te negabo, Los “asuntos mios son bien deplorables : el interior disi padísimo y caido, de modo que apé- nas desea su reforma, nada hago, la oracion con poca voluntad y ninguna devoción, suelo abreviarla fácilmente, el trato interior con Dios enteramente abandonado: hago diariamente la dis ciplina y á esto se reduce todo... De salud voy mejor, á Dios gracias, pero aun estoy en manos del cirujano cu- rándome dos llaguillas de la cabeza hace más de un mes, de resultas de un remedio muy activo que me apli caron para quitar dos berrugas muy pequeñas que tenía en ella: esto me tiene aquí detenido y el haber vuelto á seguir los baños por la repeticion de la convulsi Mm, los que había suspen dido así por la curacion cuatro sangrías que me habían dado, de suerte que todo Agosto se ha pa Como por sado en esto. »