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ER AR AN oie 1/ : RR AR ENTRE REABIT NT rr a cai citrenr EE RA a Pr mr MI O CEN 5 / dust, nosotros, de modo que | CEA algunas estrecheces. El | Ñ os 100 300. — « El día 28 de Febrero sa limos de allí para esta ( Toledo), fuimos indios de la gente de la Mancha, g Y yaiiblos se alborotaban al tiem rzi>éntre 4 y 5 de la tarde bh quí, y como á medio cuarto MINE dstánte salió 4 recibirnos en sirtoche al Exmo. Señor Arzobispo "coñ 'dós de sus Capellanes, y se vino Á-piét tom nosotros hasta el Convento: expresion que nos aseguran no ha tratan donos con especial benevolencia, favor y caridad. La Mision dió principio la e sigue hecho con otro alguno; tarde del día 10 en la Santa Iglesia Catedral en una de sus naves, con a- sistencia de su Excia. y del Illmo. Cabildo, y hoy pasará á otra Iglesia | lo que resta hasta la Semana santa. La predicación es muy afectuosa y tierna pero ardiente, eficaz, abundan tísima y fácil, con especialidad en los actos de contricion. Creo en todo se- gun la voluntad de V. y lo que me dispuso. Dio sea bendito por ello. 301. — « A esta hora nada sabe mos de ir á la Corte: sólo sé que vienen de allí muchos señores y se- ñoras principales, y entre ellos algu- nos Consejeros de Castilla y de guer- ras, mas aun no han llegado. El Sr, Arzobispo espera se lo pida el Presi dente del Consejo ó algun otro sugeto de igual recomendacion... Tambien ad vierto en la predicacion que de ella salgo muy movido € inclinado mi in- terior al silencio, al retiro y á la ora- ción, en la que sin mucho trabajo ex- perimento devocion y grandes deseos de enmendarme y ser Otro ; mas no acabo de ser el que debo. El fruto sé va presentando muy copioso, bendito Dios; pero no hay alboroto ni el tumulto con el Misionero que en otras partes. » 302. De Toledo pasó el Beato á Ocaña, de donde escribió (1) á su Di- rector lo siguiente: « Salí por último de Toledo, debiendo á su Excia, al colocan Cruces gran Madre de Dios ; se (que no habla) en lo interior del Pueblo, y en los sitios más altos y elevados de la Ciudad. En todas las Siervo de Dios, se partes donde predica el , oyen los suspiros, los ayes, los gemidos profundos del corazon, señales de penitencia y de conversion. (Vargas, pag. 33), 1) Carta de Ocaña. 4 Mayo 178% CAPÍTULO XXVI á la Ciudad, á las Comuni= pueblo Cabildo, dades y á todo el demonstraciones de estima. Vine á esta Villa donde el dia 14 de Abril princi pié la santa Mision que siguió quince singulares continuos dias en los términos que V, me tiene ordenado, pero tan de cora zon que él, no yo, era el que predi- caba; la dulzura con la devocion ha sido singular; la abundancia, claridad y oportunidad y facilidad de usar la santa Escritura muy rara; los actos de contricion tiernísimos, fervientes y eficaces; todo por último á medida del deseo que tenía de llenar la vo luntad de V. con la de Dios, el lo ha hecho todo, no obstante mi re- finadísima desmedida ingratitud: ben- ditas sean sus misericordias. A Mision han concurrido los pueblos co- marcanos no bastando la guarnicion de 8 6 10 soldados para contener su devoción. Han concurrido muchos se ñores Grandes de España de los que se hallan en Aranjuez que dista dos leguas de aquí: luego que comencé venían á la Mision y concluida esta se volvían á los empleos que tienen en Palacio: venían tambien muchas señoras Duquesas, entre estas la Sra. de Alba, los Sres. Medinaceli, ete.; ha venidoel Ministro de Indias, el Sr. Gal- ves con la Sra., Oficiales de la Secretaría de Guerra con la Sra. Cas- tejon, y por último todos ó casi todos los del sitio. Mi Sra. la Princesa en vió á su primera dama la Illia. Sra. Duquesa de Soto para, que me encar- gase de pedir á Dios por el feliz éxito de su Alteza. Vino tambien el Emba- jador de Rusia que es cismático, en que esta los cuya tarde prediqué del beneficio de la fe 6 de traernos Dios á la Iglesia, y de la necesidad de conservarnos en ella, viviendo segun sus santas leyes; del que quedó pagadísimo y volvió otro dia á buscarme para que siguiese con él una amistad estrecha, como en e fecto se lo prometí por la esperanza para Dios, pues sólo le detienen sus pasiones, no otra cosa alguna, así lo ha significado varias veces. Esto fué la segunda vez el dia de la despedida en que hablé de la infidelidad de una alma que resiste á los llamamientos del Señor en la Mision etc.: me dicen que lo vieron lloroso al despedirme del pueblo; cuando me citó para hablar-
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