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92 todos los demás juntos, porque había de ser Dios. «No cabe de uno á otro polo, no eacierra el mundo, no concibe en su mente criatura alguna, lo que María ha de concebir en su seno, llevar en sus entra- ñas, nutrir con su leche, sostener en sus brazos, calentar en su re- gazo y abrazar. en su pecho. Sobrepnja á la gracia de los ángeles y de los arcángeles, el que de la carne de María el Verbo se haya hecho carne, y que siendo íntegra, una mujer engendre y paraá Dios.» Asi San Lorenzo Justiniano (4). Está visto von esto, que la Virgen supera y aventaja á todas las hijas de Eva por sus perfecciones relativas, como el sol á los planetas, como la luz 4 las tinieblas. Por la misma razon no llegan al escabel de sus piés todas las perfecciones de todos los hombres juntos , pues aunque la Virgen pertenezca al sexo femenino, con solo ser Madre de Dios, tenía una excelencia superiorá todas las que son propias del hombre por haber sido criado ántes que la mujer, Pero aparte la su- perioridad relativa de esta Virgen sobre todos y cada uno de los indi- viduos de ambos sexos de la naturaleza humana, tenía que ser ella su- perior 4 toda la masa de la misma naturaleza junta: de tal manera, que ella sola valiese más que todos los demás individuos de la especie juntos. Era infinitamente más que todas las mujeres por su virginidad y maternidad; lo era tambien subre todos los hombres, porque ningu- no de ellos tenía derecho de imperio, de mando, de direccion sobre ella, y porque por su maternidad divina tuvo ella todos los derechos na- turales sobre el Hijo de Dios hecho hombre , que los padres y las ma- dres tienen sobre sus hijos. Pero hay otra excelencia y prerogativa que , independientemente delas anunciadas, la hacía superior á toda la masa de la humanidad. María puesta á un ladoy la humanidad á otro, son : luz allí,.tinieblas aquí; allí gracia, aquí pecado; amor en aquella, odio en esta; gloria en la primera, condenacion en la se= gunda. María es cielo; la humanidad toda, reprobacion, condenacion, infierno. Toda la humanidad está ligada á la culpa, y viene al mun- do en ella, porque una ley eterna de justicia así lo ha decretado; el Asuero de la Persia dijo 4 Ester, que la pena de muerte era una ley para todos los hombres y mujeres de su imperio, que se atreviesen á entrar en su presericia siú ser llamados; el Asuero celestial tenía di- cho, que la ley del pecado era para todos Jos hombres, y la de la gracia, la dela inmunidad , para su única, para su escogida , para su Madre. e De ahí viene tambien que María es inmensamente superiorá los ángeles en el orden natural y en el sobrenatural, en la sustancia y en el modo. Porque, es cierto que el espíritu es más perfecto que la 0 (1) Serm. de Parificat.
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