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A IO A a o acercó A A 549 tarse jamás, y sin poder separar sus pupilas de tanta belleza como se le presenta, cuyo exterior lo extasía, y cuyo interior no puede ver. Y uno de estos momentos es este, en que abre la Virgen sus labios para decir al ángel que se haga en ella lo que Dios tiene decretado, porque ella es su esclava. Hé aquí lo que sucede en el órden de las cosas in- visibles: el Verbo eterno, resplandor de la gloria del Padre, desciende de lo más alto de los cielos hasta el seno de la Virgen, escalonándose desde el empíreo hasta la pobre morada de Nazaret todos los ejércitos del cielo, modulando himnos al Altísimo: entra éste en el mundo ter- renal, y, uno por uno, lo adoran los ángeles en el nuevo trono que ha escogido para ser rey de clemencia y de paz (1). En el de las visibles suceden tales eventos que los mismos sentidos corporales tienen percepciones nuevas é indefinibles : esa Virgen dará nueve meses despues á luz un niño encantador , y lo tendrá en su re- gazo, y vendrán á adorarlo los simples zagales, y lossabios de Orien- te, y todos han de quedar enamorados de él: despues lo tomarán en sus brazos demacrados los ancianos y las profetisas, y entrarán en arrobamientos celestiales que les harán pronunciar cánticos proféticos, anunciando la edad de oro del mundo; poco tiempo despues ese niño será un mancebo, cuyas sentencias encantarán á los pueblos : despues será varon perfecto, que ilustrará al mundo, y miles de almas han de pasar dias y noches, encantadas y suspensas al ver la hermosura , infinita de Dios entre los resplandores de su rostro, la sabiduría eler= na sensibilizada en sus palabras, la omnipotencia divina en los mila= gros, y por fin honradas y divinizadas las cosas que los hombres mi- raban con desden y menosprecio, á saber, la humildad, la mansedum- bre, la modestia , la paciencia, y la pobreza. Pero no es posible dejar de referir otras cosas , aunque sean inac= cesibles á nuestra comprension, que ocurren de resultas de ese Hágase que la Vírgen pronuncia : no basta decir que entónces Dios, que estaba divorciado de la naturaleza humana, se une á ella con lazo eterno, y que el hombre es elevado al consorcio intimo, familiar y tierno con Dios, y que estos prodigios estupendos son efecto de la sim- ple palabra de esta Virgen: hay que elevarse á las regiones de las be- llezas divinas, y contemplar esa serie de portentos que enlónces ocu- rren, al lado de los cuales casi desaparecen los de la creacion. Entón- ces una Virgen es Madre y queda Virgen, Dios es hombre, es mor- tal, es pasible: el hombre es Dios, esinmenso, es elerno, es infini- to; Dios, que es todo, se anonada; el hombre, que es polvo y nada, se diviniza: Dios yel hombre, que distan entre sí infinitamente, se unen de tal manera gue nunca podrán separarse, Entónces la misma Vir- (1) Hebr. cap. 1, v.6