BCCPAM000542-2-34000000000000
450 concluirse jamás, dice que son esas misericordias para los que temen á Dios: en lo que la Madre no hace. más que anunciar lo que más tarde había de predicar su Hijo, quien daría medios para hacerse hijos de Dios á cuantos creyesen en él, los cuales no serían los que tuviesen su orígen en la voluntad de la carne ó en la del hombre, sino en. la de Dios (1). Desde que existió el primer hombre, dice la Virgen inspirada, empezaron á dejarse sentir las misericordias del Señor, las cuales eran para los humildes que lo temiesen : porque en los albores mismos del mundo , cuando el caos tenebroso del pecado pretendió sustituir para siempre á la luz admirable de gracia celestial, que rodeaba á nuestros padres , Dios tuvo misericordia de nosotros y prometió que algun dia véndría una semilla santa, la cual saldría de una mujer y salvaría al hombre pecador, que había perdido por su culpa los dones sobrenatu= rales de su Dios. Y esta misericordia ha ido derramándose en cuantas generaciones hubo desde Adan hasta Abrahan, á quien prometió que todas las naciones de la tierra serían benditas en su semilla santa, y desde Abrahan hasta mi padre David, 4 quien le juró Dios tambien que sería uno de sus hijos, quien establecería en la tierra la justicia y la paz y salvaría á los humildes (2). Y no ha habido alguno que te- miese á Dios desde entónces hasta ahora, en que acaba de ejecutar los grandes portentos prometidos desde el principio del mundo, que no hallase en6l piedad y misericordia, porque. ésta va de generacion e generación para cuantos lo temen (5). La cantora de las glorias de Dios establece el fundamento de Jas obras de la redencion y la causa eficiente de la predestinacion de los santos; que no es otra sino. la misericordia de Dios, quien por-su ¡afi- nita bondad sacó al hombre de la nada, le dió dones¡admirables de inte- ligencia y voluntad , y además se dignó constituirlo en gracia y justi- cia original, sin que estuviese obligado á ello; y despues que: decayó de la posesion de los dones sobrenaturales y se condenó miseramente á la reprobacion eterna, todavia Dios lo miró,con misericordia , sal; vándolo de la muerte eterna., sin exigir del hombre por tantas miseri- cordias , sino que lo amase , y lo temiese, y creyese que Sus palabras se habían de cumplir. Y esta misericordia es tan sólo para los que Le- men á Dios, dice la Virgen, porque sólo éstos lo aman, y creen en sus palabras. Una vez puesto en claro, que nadie se salva sino porque. Dios lo ha mirado con miseñieordia, María da un vuelo rápido, recorriendo (1) Joanm., cap. 1. v. 12, 13. (2) Psulm. 74, v. 7. Peza (3)... Et misericordia ejus a progenie in. progenies timentibus eum. (Luc. cap. 1, v. 30.) i id :
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz