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440 Todo estose ¡compendía con: decir que todos los hombres “fuero: predestinádos 4 ser hijos adoptivos “de Dios y:miéntras que'la: Virgen lo:fué4'ser la Madre. natural de Dios hecho hombre.-Dicho esto; nu hay para qué siquiera insinuar cuál sería el gran esmero, con quese miraría en el consistorio divino. la formacion de esta criatura: Todos los demas hombres eran criados para recibir la gracia; María lo epa para tener envsí todas las gracias; ¿qué interés no torrarían las Lres personas de la Trinidad adorable” en adornar 4 esta criatura donde habitaría Dios, ' de quien “sería engendrado Dios, + de quien nacería Dios; sívtanto se esmeraron al criar este mundo: sólo: porque seriacla morada transitoria” de un sér que es la imágen de: Dios? El Eterno Padre ¿que no tiené; ni puede tener, más que un Hijo natural, cón- sustáncial y “eterno; tendrá en María uña hija , que le dé innúmera= bles Mos adoptivós. El Hijo unigénito; que" nó reconoce madre al- guna en'su genéracion eterna, determina tener una segun la huma na; una que sea digha de su majéstad y grandeza: infinitas. El Espí= ritu Santo, de'quien ninguna persona: tiene origen en la naturaleza divina , va: 4 fecandar cof su virtud 4 la Virgen Sagrada 'y-de modo que:por su accion: real sea engeñdrado en el casto seno'de Maria'e Hijo déDios.: Véase si él objeto para que" Maria está-predestinada desde la: eternidad, «es grande, sublime y excepcional. “Podos los hombres juntos; todos los Angeles y Serafiwes; ¿han podido sér acá= so predestinados de estesmodo?'Nó' + porque unos: y otros 'podráh: ser ministilos de Dios, 0 hijos adoptivos ; mas la maternidad divina verá el privilegio de Maria ; dado 4 ella nó puede comunicarse á otracorías bura'; porque así'como la generacion eterna: del Verbo 'én el seno del Padre es una'é iacomanicable , así la' generacion temporal en el 'seno de una Vírgen sería una é incomunicable: Asunto muy sublime es este , y basta tan solo insinuarlo, para comprender la razon por qué el sabio y melifluo Bernardo se veía tan embarazado al hablar de María. «Yo no puedo callar, dice : y po: tanto no sé qué Jecir. Si hablo de ella como dé Dios, diré demasiado, pues no es Dios; si hablo como de una simple criatura, diré dema- síado poco, pues ¿oncibo: que ella sola es mayor que todas las criatuo— ras juntas. Si digo que es Madre de Dios, y que:por consiguiénte tiene autoridad legítima y natural: sobré él ;'como la madre sobre: el hijo; parece que es hacerla máyor que Dios sin embargo , ella escriatura, y quieñ dice: criatura ; dice. una; cosa ¡¡ofinitamente inferior, á: Dios: ¿Diré;; pues ,: que es sobre Dios, 6:inferiorá Dios, 6-igualsá. Dios? ¿Cómo hablaréntos de esta cr iatora ádmirable ?»'Así:se angustiaba el eran Doctor. Tambien se comprende ahora la razon de aquella vision celestial que en Patmos tuviera el discípulo amado; estaba María pre- destinada á ser Madre de Dios, estaba en la mente y voluntad divina, adornada ya con todas las gracias y pritilegios quee correspondian;

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