BCCPAM000542-2-34000000000000
LIBRO SEGUNDO, —TÁ LA VÍRGEN EN LOS SÍMBOLOS Y FIGURAS SAGRADAS. - Cosa es muy comun , y que está al alcance de todos, que ningun hombre exista realmente sin que ántes haya tenido una exis- tencia moral, ideal, de deseo, de aspiración, en la mente y en el co- razon de los que por las vias ordinarias de la naturaleza le dan el sér natural. Es un modo de ser confuso y abstracto; pero el entendimien= to se lo imagina perfecto y acabado, y el ánimo lo desea hermoso y bello, y áun aspira á que sea un trasunto cumplido de quien lo ha de engendrar. El esposo amante, la tierna esposa, al jurarse una fideli- dad inviolable, y al juntar en uno solo sus destinos y unificar tambien sus corazones, ya llevan en su mente la idea de perpetuar un vínculo sagrado en el fruto de su amor puro. La paternidad en aquél, la ma- ternidad en ésta, es el pensamiento que les domina y la idea que más halaga sus corazones; existe ya en sus almas el hijo encantador por su inocencia y sus gracias; el vástago que ha de dar perpetuidad al cariño con que viven unidos, el fruto de bendicion que ha de llevará otras generaciones su nombre , y ha de ser su heredero, y el espejo donde vean retratadas sus perfecciones. Si así como se lo imaginan y lo desean en el sér ideal que ya tiene, fueran ellos bastante poderosos para engendrarlo segun el tipo que se presentaá su imaginacion, se= ría una hermosura la más acabada ; si fueran dueños de darle un des- tino temporal, nacería príncipe, señor y opulento; y si estuviesen tan seguros de las realidades como lo están de sus pensamientos y deseos, ántes que el fruto de su enlace tuviera vida, serían ellos los pregoneros de su existencia futura, de su hermosura y de sus glorias. Léjos de ser esto un defecto en el hombre , es una perfeccion; porque la naturaleza tiene la propiedad Je querer permanecer y per- petuarse; y como la humana no puede durar siempre sino' es por-me—= dio de la generacion, de ahí es que SuS'individuos, que sólo perma- necen en la tierra por un tiempo.detérminado, concurren á su per- petuidad siempre que desean reproducirse por los medios que la mis- ma naturaleza les presenta. Y esto, que enla naturaleza puramente animal es una perfeccion abstracta, por no conocerla ninguno de sus individuos, sino solo el Autor de la naturaleza, que es Dios, viene á ser una perfeccion concreta en el hombre , el cual recibió de Dios en un
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz