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Pp A mE 3 Ñ + 4 y y 390 no ereyesen que eran tres Dioses, atendido que eran muy groseros en sus concepciones intelectuales, y muy inclinados á la idolaría ; del mismo modo no permitió que en los tiempos primeros del cristianismo se prodnjesen á la lu lás grandezas de sa Madre; porque, viniendo los convertidos del paganismo, donde Jos bérpes y las heroinas se conver— tían en dioses, fácilmente hubieran podido creer que María era una divinidad. Sabemos que el gran Areopagita necesitó de toda la ilus- tracion de la fe, para”persuadirse dé qe María Santísima era una pura criatura. ¿Qué hubiera pues acaecido al pueblo rudo é indocto, si, pasando de la adoracion de mil diosas y dioses fingidos, huhiera visto en toda su gloria á esta gran Señora, que realmente está vestida y adornada con resplandores divinos ' que le da su Hijo Dios? ¿Cuál fué la manera de vivir de Jesucristo? «En verdad , así como el Criador habiendo tomado el ropajé dé nuestra carne en el seno de la Virgen, no rehuyó nada de lo que conviene á la condicion del mundo, puesto qué hu6 Mámado hujo del. arlesano , y vivió" en casa pobre, no témiétido nt '4nn uh ériado que le sirviese, ni tampoco. donde reclinár su dabéza: mas'al contfario; el: servia á su Madre y cumplik dóN ela todos los oliciós, qué los/hijos inispiradós por el amor ejercen" eón Sus padres +' asp la: avgusta Virgen “iguñiendo”lás huellas del Hijo”, jamás f6 "amiga 'del' fausto ; ni quiso para sí criadas ni otro servicioal' modo della señoras" aer fundo! “al cotitribjo”; “Siempre llevó ná (vida pobre”, no tenietido' ef basa 'siérva álgiima; contértan- dose cón' dervireó lá mismiia £ y Fespecto de niégociós” de - era 'dél hogar doméstico echába mano «de aquel diseíptlo” amadó más que todos, y dado -por hijo ' for sr "propio - Hijo" ent mérito de haber sido siempre virgen: de aquel Juan ; tan diehosó” Car haber sido destinado á servirla como hijo yde acompañarla: MR iOtIal tes Despues que la Virgen' prudétisitma preparó sú lampara”! para estar dispuesta4 ofóbiDi" 4 se éspioso';'' no quiso “ocultar: lo” que era obra de luw:y “había de” resplandecercomá'lós rayos dél'Sól.+ Llamó pues de Sas vediniás: “que erán “adas vindas' pobres; les "dió lás' ropas que tenfa'¿ diciéndolas que se ¡há 4 séparár dé ellas pata subir dl cielo, pues así se lo habia dichid'él' ángér. Uloraban tas descónsoladas: vecinas, diciendo qué'sé quedaba 91 la opfimdad ¡"ie terier quién las afiviase en adelante, di quidib14s eohsotasto ; mi quier" las enseñase”, “mi “quien elevasa $us almaga Dios, Aqañen las purificase: Pero la dilctsiita Se- ñora las consolaba, asegnrándólés qué ho se Separabi 'delemás ¡pues sentirián tanta alegria por su idaal' cielo ¡“eomo sí estuviese con ella. En vez ato las deci, VEnaccna0S 60% nuestras alRbANzás al To- (1) S. Isidor. Thessalonic., serm. de Dormit. Virg. , .* HL

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