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AP 388 externas y humildes'en qué se ejertitabá- ¿como habitante aún dé es- te valleido lagéintás./ Sérvía con! Humildad y 66h amor y con reveren= cia 4 suinuevohijo.el discipaló amado, hontáridoen el él Ssablime nos nor del apostolado y del saicardotios: wo teniendó £menos' la Madre de Dios el cuidar! del discípulo” 'desphes «de Haberse” érripleado” tántos años en cuidarvál Maestro” 9 hasta teniéndose por múy dichosá'en ha- cerlo ¡ porque vela representado 6n“el al semo” Sacerdote y Obispo de todas las” almas desuoristo su Mijo!'Continuañido ¿Ppropio “tempo "la obra dela santificación dels mundo por medio de lá? doctrina , del ejemplo: y de toy:beneficiós y María se-dcupamba ent enseñar4 los igno= rantes ¡el visita tos conferidos yuer rópáttir 4'los pobres el pán:qué les faltabas langracia de Diós) pura consiélo” de su vida “córporal, y para /renovaciorrde sus maso 200 2000 DI2no: ¿Quibro podrá rcomprónder ásqué: punto llegáron”los afectos del corazon dela Vibgon ohacia sa” Hijo “eblos “años qué” pasó' séparada de él enla tiórra?oRrd sualma nn ivoleári de ariór”, que Mié creciendo con tal intensidad ¿que Megó 4* un pirito ; del' cúal no pudiera “pasar, pues sóle-le faltaba” 6l: Ser itimenso' E infinito; Maého es el volémen que forma dl vamor que: har tenido 4 Dios tod6s los Santos +'nráyor el que le tienenTos Angeles : duplicase éste en los "Arcángeles * "recibe nuevo aúmerto dh los Tronos': erece desmédidaimerite en las Domina- ciones'> sube” 4huevos' "grados en los Prineipados * femonta 4 más alta esfera“en'las Potéstades s só “extiende 4 más encumbrados límites en las Virtudes'de los cielos Y sé súblima más y'más en los “Querubi- nes : y Méga'A suvaltimo término en los Séralines. Sin embargo; este volúmen” incaleñtableode amar es"an témpano de hielo , comparado con el «qué le Virgen María tenía 4 Dios, 'cuando- ésta salió de sus mañós; purd¡'¡mmactlada; inocente , y sárita" Ah! Cuando llegó 4 consumir su" carrera "¿qué amor teñía' María 4 este Dios que era su Hijo?-¿A queigrado tocaba ? Es: éste un misterio anejo 4 la materni> dad divina ¡que debemos: contemplar con júbilo de nuestras almas: peró Hiillandorios/' confésando' que! nó lo podemos comprender, y dando gracias al Señor pórquenos há dado una Madre, cuyo amor á su Hijo To indleníaiza del que/le hegarmoslos pecadores ingratos , "y de la fejaldad:cos qué 161aménclos hombres em general." "P - Juntó con el 'ámot erevia er el dorazon: de la Virgen el deséo de ver á su amado Hijo Jésts > y “ya que no podía verlo personalmente, se engendró en- ella el deseo de ver siquiera aquéllos lugares que ha— bía saritificado consu presencia: Pot lo. que determinó volver de Efe- so á Jerusalen ;' para adorar por la última vez las huellas de la sangre de su Hijo querido, ántes de entregarle su' alma. Salió por tanto de la capital del Asia, acompañada del apóstol San Juan, llegando á la Palestina y por fin 4 la ciudad, que ¡ba á ser santificada de nuevo con su preciosa muerte y su gloriosa asuncion á los cielos.
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