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382 deza de la maternidad divina, que es mejor adorar con humildad , que investigar demasiado , porque nunca llegarémos al fondo. Bástenos sa- ber que María era la Maestra de la Iglesia , la luz de los Apóstoles, el consuelo de los fieles , y la columna de la fe: y que de ella apren- dían los Evangelistas cuanto pasó en la infancia de Jesus y en su pasion sagrada. Bástenos entender, que por la mediacion de Maria se dieran las gracias á los pecadores del tiempo primitivo del cristianismo, sin que haya dejado de repartirse el mismo beneficio á. cuantos pecadores ha habido desde entónces hasta ahora: pues todos los que se salvan, deben este favor á la Esposa del Espíritu Santo que nos santifica. Por-lo: demás el. velo misterioso, que cubre.este santuaria de la divinidad, no. puede alzarse. sino por. la mano del Sacerdote eterno, que:entró en él. Los Querubines mismos están mirándose unos á. otros llenos.de estupor junto á- este propiciatorio, alabando al Dios de la Majestad. que: habita en él. ¿Cómo darémos nosotros un paso, para ver y examinar las bellezas interiores. de. este cielo. animado ,. nos— otros:que tenemos un entendimiento limitado y oscuro? Si queremos saberalgo de los inefables coloquios que mediaron en la bajada del Espíritu Santo entre: él y su Esposa , empecemos por amar á esta Se- ñora.con afecto filial lleno.de humildad, y confianza,.y jurando odio áJa:iniquidad, y sobre todo á.la impureza : pues enlónces sabrémos con perfeccion , que de María nos vienen. las gracias, que necesita- mos para/cónseguir nuestra salvacion eterna, que, es nuestro ímico Negocio: ¡Oh Maestra divina. de Jos que buscan la verdadera sabiduria! nosotros creemos que nuestra santificacion, es obra, de tu Esposo ¡di- vino ,-y. que. por tu intercesion. nos perdona él, nuestros . pecados y nos da.la gracia para que seamos templos,suyos, Haz , Señora, que no ses conviertan. nuestros euerpos en habitacion de los. vicios , sino que vivamos castamente;. pues de. ese modo reposará sobre nosotros con:stus:dones- el Espíritu santificador , consumiendo la escoria de:las pasiones desarregladas , y encendiendo en nuestras almas deseos, de agradarle-por nuestra pureza de vida, y, de gozar de. las dulzuras ine- fables de su amor en el cielo. Así sea.
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