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' a 342 Jesus no hizo más que llegará la casa, y pasar al paraje donde estaba el sepulero, que hizo abrir á pesar de ser rogado que no lo “hiciera, porque el muerto tenía cuatro días, y hedía: 'y con sólo decirle que saliese afuera, éste se levantó bueno y sano : lo que excitó de tal'mado el entusiasmo de las gentes, que al poco lo recibieron en triunfo” en la misma metrópoli, Mevando lauréles, palmas y olivos' en, las manos, tapizando con sus mántes las calles, y cantando 'á' coros glorias y alabanzas al Hijo de David, al Rey bendito, qué venía en el “nombre del Señor, para dar paz al cielo y gloria 4 Dios (1). A medida que fué creciendo la fama de Jesus, fué tambien toman- do.cuerpo.una oposición solapada , hipócrita y fementida en los princi- pios, por cubrirse bajo el hermoso ropaje del “celo por la gloría de Dios; virulenta , colérica y amenazadora más tarde, al ver quela fama justamente, adquirida destruía lo que falsamente se habían eranjeado otros; y traidora, insultante , fiera y sanguinaria ; al ver que todo el muudo seba tras de Jesus. Formaban el núcleo de esta oposición los escribas, que habían interpretado la ley de Moisés en favor de sí mis- mos.: los fariseos , que por medio de falsas tradiciones, y con aparien— cias de piedad , se habían formado un patrimonio de las cosas sagradas, y devoraban la sustancia de las viudas, y el sustento de los huérfanos: los Saduceos, que con sus dogmas sensuales aniquilabañ los princi pios de;la; religion: los Herodiaros, que intentaban dar “lós : honores, debidos á; la descendencia de David, 4'un vil idumeo,, y los príncipes de los sacerdotes, que bajo'un velo de aparente religiosidad escondian todas las abominaciones. Jesucristo , que había venido á poner en su lagar la gloría de su Padre, inauguró su predicacion entrando en el templo, y. castigando á los que lo profanaban , lo que llenó de asombro 4. esa turba de, hipó— critas ambiciosos, avaros y sensuales, que vivían con el lucro y la usu- ra, que cobraban con pretexto religioso : al mismo tiempo abrió Sus divinos labios enseñando cuál era el objeto' de la ereccion del' mismo templo, que habían convertido en cueva de ladrones ; en seguida em- pezó, á purificar con sa enseñanza los mandamientos de Dios y las leyes de Moisés; de cuantas interpretaciones torcidas les hablan dado los falsos sabios ; poco á poco fué exponiendo el modo de amar á Dios y de adorarlo , el modo de amar 4 nuestros hermanos, el objeto que nos hemos de- propower en hacer las obras: buenas , y la rectitud que ha de acompañar nuestros pensamientos , palabras y obras: por fin, abocán- dose cien veces con sus émulos que venían 4 tentarlo “6 4, probarlo, les dijo.con toda claridad que erán unos hipócritas, semejantes '4 los sepulcros de los muertos; que no eran hijos de Abrahan,, que no creían (4) Luc.,, cap. 19, y. 38:

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