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279 Altísimo por sus obras maravillosas , y saludando el deseado dia , que debía ser santificado con el nacimiento del Rey pacifico. Acercábase ya éste , y cuanto más se abreviaba el tiempo , más se dilataban los corazones virginales con los sentimientos de una alegria celestial, y era mayor la dicha de que gozaban en su pobre casa de la humilde ciudad de Nazareth. Mas hé aqui inopinadamente turbado el silencio del retiro, pues el emperador Augusto ordenó un empadronamiento general de todos sus vasallps , mandando que cada cual se presenta- se con su familia en la ciudad de sus mayores, para dar su nombre á los oficiales del imperio. Y como los dos descendían de la familia so- lariega y régia de David, tuvieron que abandonar su amada Nazareth, para ir á Bethlehem, y declarar la. nobleza de su prosapia. Hicieron por tanto sin tardanza los preparativos de viaje, y caminando á pié el Santo Patriarca, y sentada la Virgen sobre humilde cabalgadura, marcharon de Nazaroth á la ciudad de David en medio de los frios del invierno, nó sin sentir la más hermosa y delicada de las mujeres las inclemencias de los vientos helados el hambre y la fatiga; pues aun- que no padecia los trabajos inherentes á la generacion, por no haber incurrido en la culpa original, no estuvo exenta de aquellos que su único Hijo quiso recibir, como eran el calor, la sed , el hambre y la fatiga corporal. ¿Quién hubiera dicho que un emperador romano, guiado por mi- ras ambiciosas y terrenas, y áun injustas, había de haber. sido el medio de que la Providencia divina se serviría, para que se cumplie- se la profecía de Miqueas, que ensalzó á Bethlehem sobre todas las ciudades, por haber dado nacimiento al Hijo de Dios : la de Isalas que vió al buey reconociendo 4 su poseedor, y la de Habacuc, que vió á Dios nacido , colocado entre dos animales? (1) Eran muchas las familias oriundas de la ciudad de Bethlehem, que se encontraban desparramadas , no sólo en la Palestina , sino fuera de ella, y había quizás entre ellas muchas ricas , opulentas y nobles; y es bien factible que la Santísima Virgen , al ir paso á paso en Su pobre montura, en- contrase caravanas de dromedarios , de caballos ricamente enjaezados, y de jumentos vistosamente enmantados, llevando sobre sí nobles ca balleros y altas señoras con gran comitiva de criados, que iban á Bethlehem á llenar las mismas condiciones de homenaje y servidumbre o (1) No es de fe que Jesucristo naciese entre dos animales , ni consta porla Escritura, no obstante que puede colegirse de loque dice Isaías en el cap. 1, v. 3. Los Setenta intérpretes leyeron:en el cántico del profeta Habacuc (cap. 3, v. 2), como sigue: en medio de dos animales serás cono- cido, donde nuestra Vulgata dice : Señor, tu obra, en medio de los años dale vida. Sin embargo, es una tradicion piadosa, que había en el por- tal de Belén un buey y un asno cuando Jesucristo nació, y no se debe desechar porque no consta en las Santas Escrituras. IET A TE Dr AR a DA A A [ | | l

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