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257 Adornada, pues, Maria de tanta hermosura interior, que se tras- lucía en el velo del alma, y realzada con la exterior que la hacía re- comendable á cuantos la veían , habia llegado á aquella época en que Dios quería sacarla del retiro del templo , y conducirla al lado de un varon justo, para que fuera éste como el velo que cubria el sagrado tabernáculo, como la nube que ocultaba la presencia de la Divinidad, y como el Serafin, que armado con la espada del amor divino más acendrado , iba á guardar la entrada del Paraíso del Señor. Tenía ya María catorce años , los que no había saludado sin sentir las amargu- ras que causa al corazon filial la desaparicion de sus progenitores: era una huérfana , heredera única del nombre y patrimonio de sus padres, y la ley ordenaba que uno de sus conciudadanos , oriundo de la misma tribu y familia, se uniese con ella en santo enlace, para que no pereciese su linaje : el sacerdocio de Jerusalen tambien lo deseaba, pues estaba asombrado de tanta santidad y hermosura, y casi te- mía ser por más tiempo el depositario y responsable de un tesoro tan precioso; y despues de meditado y discutido el asunto, determi- nó llamar ante si á la esclarecida descendiente de David, é ¡nstruirla en los deberes á que estaba: obligado , y darla en consecuencia á quien entre todos sus parientes tuviese el mejor derecho (1). Conmovida y turbada quedó la purísima y candorosa Virgen, al oir la resolucion tomada acerca de su persona : y sonrusadas sus me- jillas, encendidos sus labios , y enternecidos sus modestísimos ojos, al (1) Vamos á copiar lo que sobre el temor de los sacerdotes del templo dice el monje Jacobo , sacándolo él, segun atestigua, de los escritos an- tiguos. «Estando la Virgen en su retrete, dice , veía el sacerdote Zaca- rías , que hablaba con ella un sér muy hermoso, y la traía de comer. Era éste un ángel. Pero conmovido y admirado decía para sí mismo : ¿qué es lo que estoy viendo? Esto es cosa nueva y muy diferente de lo que pasa en la tierra. El que aparece lleva una forma angélica, y habla mucho con la niña, y siéndo él de naturaleza incorpórea, le trae ali- mentos corporales. Sólo á. los sacerdotes han venido aqui los ángeles, ara aconsejarles las cosas ó disuadirles de ellas, y esto pocas veces. sd , que venga éste tan frecuentemente á una niña , esto es cosa nue- va 6 inaudita. Si fuera una de esas que estando unidas á su marido, por ser estéril careciese de lo que tanto desea y rogase á Dios esa gracia, podría calcularse que era esa la causa de la aparicion , y tendría expli- éacion lo que estoy viendo. Pero siendo ésta una Virgen que vive oculta en este retrete , y está ajena de todo esp , es una cosa portentosa el ver que el ángel esté hablando siempre con ella. ¿Qué signífica esto? ¿Qué viene á decirla el ángel? ¿Qué comida es la que le trae? ¿Qué quiere decir esa abundancia de dones? ¿Qué ha hecho esta Virgen para mere- cer tánto? Veo que es la ¿más pura de todas las mujeres, y prueba de ello es el admirable incremento en las virtudes que advierto, por las cuales atrae á Dios á sí misma. Asíandaba Zacarías sin saber lo que de- cir ni pensar, pues le tenían lleno de estupor las cosas maruvillosas de la Virgen.» (Serm. in Deipar. Presentat., n.* XVI.) , 17
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