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239 do, da y no recibe. ¿Quién no ve por tanto que puede haber un mís- terioso designio en el silencio de los libros sagrados respecto de los padres de la Virgen, su concepcion y nacimiento? Las dos personas más venerables de la descendencia de David son las únicas, á quienes los autores inspirados no han consagrado dos frases, siquiera para decir, que vivieron con tanta santidad y pureza como Zacarías é Isabel, y que eran los hijos más santos y puros que había tenido Abrahan. Ana la antigua, que siendo jóven padeció de esterilidad, y sufrió afrentas por esta causa, tuvo el honor de que fuesen descritas en los libros santos sus lágrimas , sus votos , sus ale- grías, y la mucha prole que Dios la dió: ¿y nada se ha de decir de la venerable anciana , que no sólo fué estéril toda. su vida , sino que esta- ba en el último período de una edad centenaria, y se hallaba sin vi- gor, sin fuerzas, sinjugo , y sin embargo, concibió y engendró y dió á laz una niña tan hermosa como María? Hay que decirlo para gloria de Dios y de la Virgen: Esta nunca hubiera existido, si se hubiera dejado 4 la naturaleza el producirla segun sus leyes. Hubo necesidad de prodigios del cielo: y Dios los hizo, para que empezase á existir aquélla , que sería Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa del Espí- ritu Santo. Grande es á todas luces la Vírgen María, y desde el primer ins- tante de sú sér natural nos vemos precisados á adorar 4 Dios y bende- cirlo en ella. Su existencia es un tejido de misterios, á cuya compren- sion no podemos llegar : y debemos tener presente esta verdad , siem- pre que meditamos en su vida, 6 la leemos : si queremos entender sus acciones, no echemos en olvido que nuestra vista es débil, y que la Virgen María es un sol de bellezas celestiales. El sol ciega á quien se empeña en mirarlo de hito en hito: pero da calor, vida y animacion al que, siguiendo el dictámen de la razon, no tiene la temeridad de fijar en él sus pupilas, y se aprovecha de su luz, para mo errar en sus pasos y no caer en abismos. Esto sucede tambien al que repasa la vida de la Virgen : el arrogante se ciega : el humilde se eleva á Dios.
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