BCCPAM000542-2-34000000000000
230 LIBRO DECIMOTERCIO. —AO DE LA CONCEPCION INMACULADA DE LA VIRGEN. La existencia futura de la Virgen era desde la eternidad como el centro de las ideas divinas, pues Dios tenía determinado manifestar por medio de ella todas las riquezas de su amor á los hombres : y se echa eso de ver desde el momento primero en que Dios kabla con los dos séres, que han salido de su mano dotados de inteligencia. La pri- mera vez que la voz divina dirige sus acentos al ángel y al hombre, reunidos , por desgracia , en un mismo paraje, donde cada uno de ellos ha cometido un crimen, es para manifestarles la pureza, la vir= tud, la santidad y excelencias que había de tener esta Vírgen, para panegirizar las victorias y triunfos, que ella conseguiría sobre el án— gel caido, describir el terror que había de sembrar con su sola apari- cion en el reino tenebroso de Luzbel , y decir al hombre desvalido, * dónde había de hallar remedio á sus cuitas, quién había de ser su amparo, en qué corazon había de hallar afecto maternal, cuál había de ser el acueducto de las misericordias del cielo, y cuál la gloria del género humano. Dios, cuyos caminos son investigables, si bien adornó al ángel y al hombre de admirables dones de naturaleza y gracía cuando los crió, no quiso confirmarlos en ella sino despues que hubiesen dado prueba de su amor y fidelidad á quien tanto honor les dispensaba. Pero, ha- biendo criado muchos millones de espíritus soberanos á la vez, no li- gó la suerte de cada uno de los individuos de la naturaleza angélica, sino á la correspondencia individual, que cada cual tuviese á la gra— cia : entre tanto para confirmar al primer hombre en su amistad y gracia, recibida por pura bondad divina, y dar la misma gracia á to dos, y cada uno de los individuos de la especie humana, ligó la suer- te de toda su descendencia al comportamiento que él guardase. Si era fiel al ligerísimo precepto que le impuso, todos los que fuesen oriun- dos de su linaje, cuyo padre universal era, recibirían los mismos dones gratuitos que 6l había recibido, y gozarian de la misma felici- dad que él gozaba : mas, si no observaba el suave precepto de amor que le impusiera, perdería su gracia y amistad , incurriría en la pe- na de muerte temporal y eterna, y privaría á todos sus hijos de reci- bir la gracia y justicia original, que de ningun modo eran debidas á
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz