BCCPAM000542-2-34000000000000
206 engendrar , pues no convienen en nada (1): y lo que es la naturaleza humana singularizada en cada uno de los individuos que la componen, pues hay en unos perfecciones, que no convienen +4 los otros (2). Es necesario por lo mismo buscar una cosa, en la cual convengan con igualdad perfecta el ángel con el hombre , y los individuos todos del linaje humano entre sí, y compararlos á todos con la Virgen , y en- tónces se comprenderá su superioridad absoluta sobre las dos natu- ralezas , angélica y humana, y la que tiene además sobre todos y cada uno de los individuos de la segunda en toda virtud ó perfeccion, natural 6 sobrenatural, en que puedan asemejarse. Y ¿cuál es esa, que puede convenir con igual proporcion al ángel y al hombre? La pureza, la inocencia , la rectitud, la santidad, por ser estos hábitos propios del espíritu, ora sea perfecto como el del ángel por no estar sujeto al cuerpo, ora sea imperfecto como lo es el alma humana, por necesitar de las percepciones de los sentidos para sus operaciones en el cuerpo en que vive. Consideremos una por una las excelencias de la Vírgen, y veré= mos que cada una de ellas la eleva , ó sobre alguna naturaleza , Ó so- bre algunos individuos de esa misma, 6 de otra naturaleza criada. Esas excelencias se reducen á dos, cuales son la maternidad , y la virgi- nidad perpétua: la primera la eleva sobre los ángeles de un modo, y sobre los hombres de otro: la segunda la ensalza tambien sobre todos los individuos de la naturaleza humana, pero lo hace de un modo so- bre la mitad de ella , y de otro sobre la otra mitad , siendo todas estas elevaciones, absolutas en un concepto, y relativas en otro. Examine- mos lo que hay en la maternidad. Las dos naturalezas racionales, que salieron de la mano del Cria-= dor, sufrieron una caida que entrañaba la muerte eterna, no habien- do entre ellas más diferencia que el número , pues en la angélica sólo (1) Aunquela Virgen tenía que engendrar en su seno purísimo al Hijo de Dios , no podría decirse que por esto solamente excedía en per- feccion á los ángeles ; porque como dice Santo Tomas (1,4. q. 98, ar- tículo 4.*), así como es perfeccion en la naturaleza corpórea la genera- cion , sería imperfeccion en el alma, la cual siendo incorruptible, no es producida por la naturaleza, sino criada por su autor, que es Dios. Los ángeles, por lo tanto, no pudiendo engendrar un cuerpo humano, no se rían entrar en competencia con la Vírgen en la prerogativa de ha- er de engendrar y dar vida temporal al Hijo de Dios. - (2) Hay en el hombre perfecciones superiores á las de la mujer, y áun esta misma considerada como naturaleza particular, es ménos per- fecta que el hombre, pues ha sido hecha. nó por sí, sino por el hombre. Puede verse lo que sobre esto dice Santo Tomas tambien (1, 4, quest. 92, art. 1, ad prim.) Lo activo y lo pasivo de la generacion en la naturaleza humana, dan perfecciones relativas, pero no absolutas Lo activo es más perfecto en el órden de la naturaleza, lo pasivo lo es en el de los afec- tos del corazon.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz