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191 LIBRO DECIMO. —a— LA VIRGEN MARÍA CON RELACION Á LOS HOMBRES. Al examinar lo que es la Vírgen con relacion á los hombres , en- tra el entendimiento en una especie de atonía que no le deja dar un paso: porque esa Virgen es una flor del gran árbol de la familia hu- mana , y debe su sér á la misma raíz , su jugo al mismo tronco, su sávia á las mismas ramas en que nacen otras flores, y su vida por fin al conjunto del mismo árbol. ¿Ese árbol, se pregunta uno á sí mismo , está vivo, está sano, está corrompido? Y tiene uno que contestar que está infecto, pues cada cual siente dentro de sí la en— fermedad que produce , y ve que todos adolecen del mismo mal; por consiguiente, la razon le dice á cada uno tambien, que no hay se- gun el órden natural de las cosas que nosotros conocemos, un solo vástago de ese árbol, que pueda valer más que los demas, ni una flor que no despida fetidez, ni una hoja que no esté herida de muerte. Y ¿no podrá darse en ese gran árbol de tan mala sávia, se pre- gunta uno de nuevo á sí mismo, alguna ramita que sea hija del mis- mo tronco y no salga enferma y contaminada? ¿No podrá haber algun individuo en esa gran familia que, sin dejar de ser su hijo , sea más que todos los demas? Á estas dos preguntas contesta la revelacion, enseñando que Dios hizo recto al hombre (1), y lo adornó de gracia y justicia: que este don no era una prerogativa esencial á la natura- leza , sino una gracia del Criador: que esta gracia hubiera sido el patrimonio de todas las ramas y flores del gran árbol , si su raíz, su primer padre , no se hubiese contaminado : y que la privacion de ésos dones debidos á la bondad divina, y perdidos por la malicia del primer hombre , es un castigo del pecado. No es de esencia de la na- turaleza humana , va diciendo la revelacion , el que se la haya dado la gracia para amar á Dios y subir al cielo : no se destruye tampoco la esencia de la misma naturaleza, porque se haya perdido esta gra- cia : lo primero es un don gratuito de Dios por efecto de su miseri- cordia : lo segundo un accidente sobrevenido por efecto de la apostasía (1) Eccli., cap. 7, v. 30.