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. 179 | . do saliese de la nada. La dijo, y fué causa de que fuese cria- da el alma del nuevo Addn, que daria al linage humano los _ derechos que le quité el primero, de que se formase su cuer- po y de que»se uniese 4 esa naturaleza humana el Hijo de . Dios |: la dijo, y en el mismo instante, se firmé la paz entre el cielo y la tierra, se abrié el cielo, se cerré el abismo, fué herido el coloso de la soberbia, el linage humano tuvo un Ada? santo, inocente, sin mancilla, mas alto que los cielos, segregado de los pecadores en vez del otro pecador, preva- ricador y apdstata, y una Eva virginal, inocente, sin'manci-— lla, prudente, recatada, modesta, humilde, caritativa, carifiio- sa, seu teinntariaup. e verdadera madre de los hombres fy fish tiesSua! omer atu. eS SERS: 4 Si senae iy a teetsdne nota ‘tan weta eeengilele mediatos, hay que decir que su wnico oficio es concebir, engendrar, y — dar 4 luz un cuerpo semejanté al de Ja naturaleza, en Ja cual se forma el sér engendrado. Sin embargo, hay que considerar 4 la ‘maternidad con relacion 4 todo lo que es consiguiente 4 la concepcion y generacion. Lla- — mamos madre 4 una muger gravida, y no decimos que es madre de un ' euerpo, porque este no constituye mas que una parte del compuesto hu- mano: pero tampoco decimos que sea madre del alma, que es la otra _ parte de ese compuesto, y, en verdad, ‘la»mas noble. Decimos que una muger es madre, y no decimos por qué loes: y en realidad lo es, porque si bien ella no ha hecho mas ‘que concebir y engendrar el cuerpo, ha si- do causa dispositiva como dice Santo Tomas (1." part:, quaest. 118, art. 2, v. 3), para que Dios.criase el alma, y_ Ja infundiese n el cuerpo. Pero, resultando de la animacion |del cuerpo por la union del alma, una natu- raleza singular laL cual subsiste con su propia personalidad, decimos. que una muger es madre de aquel hombre que ha dado 4 luz, es decir, no madre del cuerpo, que ella ha engendrado, no madre de aquella alma, que Dios ha: criado, sino madre de aquella persona humana, que es su - hijo. Es necesario tener esto presente, para entender bien la razon po- tfsima de Ja maternidad divina Ge la Virgen. Ella engendra el cuerpo de su Hijo, y es causa dispositiva para que Dios crie el alma y la infunda en ese cuerpo, de cuya union tiene que resultar un individuo, una persona humana, Pero, aquf entra el gran portento, y es que uniéndose en el mis- mo acto 4 la naturaleza humana Ja diyina en la persona del Verbo, la Virgen engendra 4 Dios, y concibe 4 Dios, porque la._persona divina, que es Dios, hace suyos aquel cuerpo, aquella alma y aquella union del cuer- e po al alma, no pudiendo haber resultado de esa union de cuerpo y alma la personalidad humana que es finita, por haber venido la divina, que es infinita.