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177 sin poder’ separar sus®pupilas de t nta’ beltesal obto tne te presenta, cuyo exterior lo extasia, y cuyo interior no puede — _ver. Y,uno de‘estos momentos es este, en que abre la Vir- gen ‘sus labios para’ decir al angel que’ se haga en ell& lo que Dios'tiene decretado, porque ella es su esclava. Hé aqui lo que sucede en el drden de las cosas invisibles: el Verbo eterno, resplandor de la gloria del Padre, desciende delo mas alto de los cielos hasta el seno de la Virgen, escalondéndose desde el empireo. hasta la pobre morada de Nazaret todos los ejércitos del cielo, modulando himnos al Altisimo: entra este en el mundo terrenal, y, uno por uno, lo adoran los angeles en el nuévo trono que ha — — ser any de clemen- cia yide pad koi, Ot, 9p ) bab En olde las visibles suceten tales eventos aus swrcpiansibh os snuevas ¢ indefinibles: esa Vitgen: dara nueve meses despues 4 luz un‘nifio encan+ tador, y lo tendré en'sw regazo;\y vendrén & adorarle los sim- ples zagales, y los sébios de Oriente, ‘y todos han’de quedar enamorados de él: despues lo tomardn en su brazos demacra _ dos’ los ancianos y las profetisas, y entraran en arrobamientos celestiales que les haran pronunciar canticos -proféticos, anunciando la edad de oro del mundo: poco tiempo despues eSe nifio sera un mancebo, cuyas sentencias encantardn 4 los pueblos: despues sera varon perfecto, queilustrara al mundo, y miles de almas h n de pasar dias y noches, encantadasy suspensas al ver la hermosura infinita de Dios entre los ~ resplandores de su rostro, la sabiduria eterna‘ sens bilizada en sus palabras, la omnipotencia divina en los milagros, y por fin honradas y divinizadas las cosas que los hombres miraban con desdén y menosprecio, 4 saber la humildad, la marisedumbre, la modestia, la paciencia, y la pobreza. ~ Pero noes posible dejar de referir otras cosas, aunque ‘sean inaccesibles 4 nuestra comprension, que ocurren de re- sultas de ese Hdgase que la Virgen pronuncia: no basta de- cir que entonces Dios que estaba divorciado de la naturale- ? * Hebr. cap. 1, v. 6. TOMO Ill, 12