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las mas culminantes dignidades, sino son compatibles con el estado de holocausto, en que ha jurado 4 Dios que ha de vivir siempre! jQué prudencia para ponderar lo que es ella en su concepto, lo que es Dios, lo que la dice el angel, lo que encierran sus palabras! ;Qué justicia para no derogar en nada4 los atributos divinos, y para saber ella usar de los que Dios Ja ha dado! ;Qué templanza, para no decir sino _ lo preciso y necesario, para que el Angel comprendiera que reconocia en él.al enviado de Dios, que no dudaba de la ve- racidad de.sus palabras, y suplicarle que la diga cémo.ha de suceder, lo que ella 4 su parecer no sabe cémo puede compaginarse, por ensefiarle su raciocinio que una muger no’ ipsa ati ser 4 un mismo tiempo virgen y madre!» Siev < Bron shore a4 Peltabe, todavia. el iltimo golpe. al “corazon. de Lucifer, para que quedase comple herido. su orgullo,y humillada su soberbia. EL angel contestaba ide justa de- manda de la Virgen, y la contestacion. es la manifestacion del gran misterio, cuyos portentos sobrepujan infinitamente 4 la razon humana y 4 la angélica. Todos esos portentos son propuestos 4 la Virgen con una intension que no ha te- nido semejante: ni Abraham que vid el dia del Sefior y se alegré sobre manera ', ni.los Profetas que contemplaron su gloria en carne mortal, y los portentos que habia de hacer, ni los patriarcas y justos 4 quienes Dios mostraba en lonta- nanza los dias de la redencion, nadie vid lo que vid la Vir- gen en los momentos de la embajada del angel: proptisosele el portentoso misterio de su virginidad unida 4 la materni- dad: el de bajar el Hijo de Dios del trono de su Padre, sin se- pararse de este: el de hacerse Dios hombre, sin dejar de ser Dios: el de ser 41 hombre Dios, no dejando de ser hombre; el de encarnarse el Hijo, y no el,Padre, ni el Espiritu Santo, sin separarse de entre si las personas divinas: el de no confun- dirse ni mezclarse las naturalezas divina y humana, ni ab- sorberse la infinita i la limitada: el de vivir esta en el ‘ Joann. cap. 8, v. 56.
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