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tial, con lo precioso y lo ensalzado de los cielos. ¥ tio hay que dudarlo, esta fué la primera zapa que se puso al edificioq “que tenia fabricado’“Lucifer en los corazones de los hombres, 7 la primera tea de discordia que se eché en su reino tirdnico. Desde. que la Virgen ensefia_ & los hombres 4 preferir él amor de la pureza 4 cuanto puede haber de grande y des- lumbrador en el mundo, los hombres empiezan 4 amar con dignidad y nobleza. Dios habia’ mostrado & los hombres un amor infinito que estos habian desconocido, y desde enton- ces se abrasan sus almas con tanto ardor en el amor divino, que hasta se las disputan en cierta manera con Dios mismo, deseando tenerle un amor infinito, lo que expresan dando su vida una. vez, y deseando darla mil veces. Nada sera ya para ellos shana por, amor de Dios las propiedades, concul- car los honores mui s, desprecae — separarse de padres, de hermanos, de amigos, y de a la tierra, si es un impedimento para es Dios Lo démos- -trardn los martires, y las virgenes y hasta los ‘nics: lo de- mostraran innumerables doncellas que desecharin la mano de emperadores, de reyes, de presidentes, de cénsules y de grandes dinastas por. consagrarse 4 Jesucristo en pureza y santidad: lo demostraran los hombres, que por haber ofen- - dido 4 Dios unos, y por huir de ofenderle otros, se esconde-~ ran en los montes: y elegiran. para su morada las cavernas, y hardn de las raices su comida del cilicio su placer, del saco su regalo, del ayuno su vida cotidiana. — Desde que la Virgen descubre al angel los secretos, que encerraba en su corazon, elimperiode Bact se ladéa, eledi- ficio de su grandeza cruge, y el amor santo empieza“é dar nueva vida 4 los mortales. Bien lejos estaba Satands de saber, "que habia un tesoro tan rico de amor santo en el corazon de aquella doncella, que habia vivido en el templo, sin poder é] saber quién era, Mas ageno estaba é] atin de pensar, que era ella quien destruia su imperio en la tierra, y de sospechar siquiera , que ella era la que lo iba 4 destruir 4 él mismo, disparandole dardos que iban directamente 4 su corazon. Vamos 4 describit este acto herdico de la Virgen: pero antes no podemos menos de congratularnos con el linage humano ee ae ee iat ellie ae ri

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