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ee 160 cesor y les quitase el oprobio de no proporcionar un véatago al pueblo de Israel. Nada de esto Tepugnaba 4 la ley santa de Dios: rabies este prometido gran sucesion, muchos bienes, muchas ri- quezas, y se creian con derecho 4 poseer lo que Dios les prometiera, reputandose por desgraciados en caso contrerio. jHay que extrafiar estas ideas? El Profeta decia que, cuando el Sefior enviase el suefo de la muerte 4 sus amadgs, deja- rian lo que es la herencia del Sefior, 4 saber, hijos, rique- zas, ganados '; el mismo, Dios tenia dadas ciertas leyes 4 su pueblo para que no se concluyese ninguna familia, yes sa- bido. que esta conservacion se encaminaba 4 conservar la descendencia de Abraham, para que naciese en su dia aquel, en quien serian bendecidas todas las gentes segun Dios mismo lo habia prometido *. Era el deseo de tener hijos una aspiracion nacional, religiosa, y hasta en cierta manera sa- grada en cuanto se dirigia 4 preparar la venida del Mesias. Y jcosa singular! No parece sino que Dios quiso que el con- traste hiciese mas notable el pensamiento de la Virgen, pues permitid que la grande y dilatada série de Patriarcas se -cerrase con dos, 4 quienes la esterilidad ocasioné muchas aflicciones y proporciond desprecios y amarguras por parte de algunos de sus conciudadanos, habiendo sido esto tam- bien el motivo que tuvieron para redoblar sus oraciones, y suplicar al cielo que les concediese lo que le habian pedido toda su vida, un hijo 6 hija que les sucediese. Esta gracia les fué otorgada siendo el premio de su fe la misma Virgen. Era repetimos muy justo el deseo de los patriarcas, y lo era el de todo israelita, porque de su sangre tenia que nacer el gran principe, que levantaria de nuevo el trono de David, y restableceria en la tierra el reino de Dios. Sin-embargo, entre todos los descendientes de Abraham, el unico que no tuvo esta aspiracion era la Virgen: y lejos de eso, se ha en- gendrado en su corazon’ un amor tan nuevo y celestial4 la pureza, que desde que ha conocido lo que es el sér divino, 4 Psalm. 126, v.2, 3. * Gem cap. 12, v. 3.
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