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O Isabel, ti alabas 4 la Madre de Dios, y yo no cesaré de bendecirlo, porque es mi Sefior: ti dices que 4 mi voz se ha alegrado tu criatura en tu vientre, y mi espiritu se alegré en Dios mi salvador. Porque miréd la bajeza de su esclava, y hé aqui desde ahora me llamardn dichosa todas las genera- ciones. Porque me ha hecho cosas grandes el Todopodero- so: y su nombre es Santo: y sus misericordias de generacion . en generacion sobre los que le temen. Ostenté la fuerza de su brazo: esparcié 4 los soberbios del pensamiento de su co- - razon: destrond 4 los podergsos y ensalzé 4 los humildes: hin- chié de bienes 4 los hambrientos, y dejé vacios 4 los ricos: recibid 4 Israel su siervo, acordindose de su misericordia; asi como hablo 4 nuestros padres, 4 Abraham y 4 su descen- dencia para siempre '. jOh qué visita tan admirable y tan singular! No la veran jamas los siglos, ni tan grande y humilde, ni tan sencilla y sublime, ni tan modesta en apariencias y tan rica en resul- tados. Iba el Dios de los Querubines en el trono de su amor 4 visitar 4 su propia criatura, y la Reina venia 4 ser sierva: y tanto el Rey de los siglos, como la Reina del mundo no iban sino 4 dispensar gracias. Y si tantas concedieron en el primer momento de entrevista con sus amigos, ;cudntas no les darian en unos tres meses que estuvieron juntos? jAh! Era la caridad el motivo por que saliera Maria de su casa, y - esta misma virtud la hizo estarse como tres meses con su prima, para ayudarla 4 ella en sus afanes, y para derramar 5 con su presencia el ungiiento de la integridad virginal en ‘4 el precursor de su Hijo, prepararlo asi al ejercicio de la penitencia y de la predicacion de la verdad, é. seen la fortaleza necesaria para morir en su defensaa jOh, cudnto se aprovecha en la escuela de Maria! ‘Cada to.tiempo se pierde en el mundo en visitas vanas, donde no reina la sinceridad, sino la falsedad, y donde no se hace - Sve si inlad Aeneas 4 Luc. cap. 1, v. 46, 35. 2 Nec immerito Joannes Baptista mansit integer corpore, quem tribus mensibus oleo quodam sue presenti, et integritatis unguento Domini Mater exereuit. (S. Ambros., de institution: virgin.) ~