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: t 134 como Diosse sirvede la muger, para engendrar 4los hombres 4 la vida natural: asi el enemigo de Dios se sirve de ellas e en sus trajes y modales, para inocular en la humanidad la Be desmoralizacion de costumbres, la incredulidad, el despre- ‘ ~ cio de Dios, y de sus penas: y para hacer que se busquen un paraiso abominable entre los placeres degradantes de esta vida, teniendo en poco6 en nada el que Dios tiene pre- parado para los buenos en la otra. jAh! Si pudieran persua~- dirse las mugeres cristianas de que su demasiado lujo es_la puerta mas anchurosa pare empujar por ella Jas almas al a infierno, y renunciasen 4 él; si pudieran conyencerse de que % esos romances y novelas que devoran sin cesar, son un ve- neno que las inficiona 4 ellas y 4 su generacion, y los arro- os asen 4 las llamas, seguramente habria mas religion y pie-_ dad en Ja tierra, y no bajarian tantas almas al infierno. O Corazon de Maria, en tu seno se hallan depositadas la fe, la esperanza, y la caridad: de él salen la pureza, la cas- tidad, la modestia, el amor santo, el fervor, la constancia, la fortaleza, el heroismo, y las victorias y triunfos contra nues- tros enemigos, y tambien nuestra gloria é inmortalidad: danos tus sentimientos, y ee verdadero espiritt cristiano, que mira las cosas de la tierra, como grillos que encadenan nuestras almas: danos tus afectos, y no suspira~ y en la otra. Asi sea. - cuando son vanas, disipadas, novelescas, y poco honestas remos sino por poseer el amor ag) tu Hijo Jesus en esta vida 4 a a 4 ay a 7 A j