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_ dezas habia observado en el nacimiento de su Hijo, y cuanto 132 : vela en su nifiez '. No dejaba pasar un solo acto, ni la mas minima accion: del nto Nifio, sin que esto la internase en la mas profunda medits ion de las misericordias divinas: ofa sus palabras con la mas profunda, humildad y respeto, siendo como eran una expresion sensible dé la sabiduria eterna en- carnada en su seno, y viviendo y conversando con los honi- ° bres. {Qué expectaculo tan divino y tan beatificador para el alma que lo contempla llena de fe! No servia Maria 4 su Hijo como 4nifio, ni como 4 jéven, sino como & Dios, de quien la ‘Madre: prudentisima se habia hecho diseipula humildisi- ma: y como sabia que sus palabras y obras eran divinas, ninguno de sus actos 6 de sus dichos dejaba de ser observa- _ do por ella: porque, asi como habia engendrado 4 este Verbo divino en sus entrafias, asi ahora concebia en su corazon y fomentaba cuantas palabras salian de sus labios, y las con- servaba para que fuesen su norma de vida en al pa y el porvenir ’. \ Muy digna es por cierto de contemplarse la vida escon- ~ dida de Ja Virgen ‘Maria en la humilde’ casa de Nazareth, pues en ella se“presenta como. modelo universal para todos ~ Jos estados de la vida. Las almas que se consagran al retiro, ‘la soledad, y a la oracion, tienen en ella una guid, que las" ensefia 4 humillarse profundamente ante el maestro divino, y ‘i oir su voz lejos del bullicio del mundo: las que tienen que ocuparse en hacer bien 4 sus hermanos, aprenden ‘i no dejar jamas el espiritu de oracion, ni entregarse de tal modo 4 las ocupaciones exteriores, que se disipen én ellas: puesno es posible que inspiren 4 los demas el fuego de la caridad, sino estén ellas abrasadas en ‘sus ardores. Pero sobre todo, Maria en su pobre morada es el modelo, que Dios daba 4 to- das las mugeres cristianas sin que se esceptue una sola, em- pezando por las que se reclinan bajo pabellones de oro, y descendiendo hasta la desalifiada zagala, que vive en un / 1 Sie: cap. 2, v. 51. 2 Caten. in hunc loc. (Luceap. 2, v. BL.)
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