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_ LIBRO DECIMONONO. Jesus perdido y hallado. *. No fué poco el gozo que causé 4 los deudos y parientes de la Virgen el verla establecida ‘de nuevo entre ellos, pues las virtudes que habian observado en el poco tiempo que habia estado en Nazaret, que apenas llegé 4 nueve meses, la habian hecho estimable 4 todos. No habia quien no ben- dijese al Sefior, al ver el hermoso Nifio, que creian era el fru- to de bendicion, con que Dios habia consolidado su enlace con San José; y aunque era este de una edad ya madura, bendecian todos tambien 4 Maria, por haberla tocado en suerte. un hombre tan bueno, y por haber tenido ya un hijotan agra- ciado, que arrebataba los corazones de cuantos le veian. Con- testaba 4 todo la Virgen con suavidad de semblante, y con palabras modestas y humildes, adquiriendo cada dia mas nombre de muger discreta, sdbia, prudente y recatada: y si Ja tuvieran por muy feliz por haber unido sus destinos tem- porales con los de aquel artesano tan venerable en sus mo- dales, tan prudente en sus palabras y tan asiduo en su tra- bajo, mucho mas dichoso lo creyeron 4 él por haberse casa- do con aquella jéven que asombraba 4 todos por sus prendas nunca vistas, y por haber dado 4 luz aquel nifio encantador y lleno de saber y de gracia. Asi hablaba el vulgo, al ver aquella santa familia, y en- tre tanto la sabiduria de Dios encerraba bajo estas aparien- cias los misterios mas admirables de su poder, concurriendo 4 completar la obra secreta de Dios, la Virgen con su humil-— dad, y San José con su virginidad y su prudente economia. "No discrepaban de los demas Israelitas en la observancia de las solemnidades prescritas por la ley, haciéndose solamente notar entre todos por el espiritu de devocion con que las practicaban, y por la superabundancia de piedad que yeian nea aa