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94 un punto donde esta se detiene, y dejandose caer con suavi- dad va 4 ponerse cerca del pobre portal, donde estaba el nifio: aqui esta el gran Rey, se dijeron mutuamente: y pardn- dose la carabana, se apearon de sus dromedarios, prepara- ron sus tesoros, y acompafiados delséquito, digno de sus altas personas, entraron en la humilde morada. Halldbase la modestisima Madre con su tierno infante en los brazos, cuando los felices extrangeros penetraban por los umbrales de su pobre habitacion. ;Ah! Dieran estos principes una ojeada rapida 4 aquel recinto, donde no vie- ran ni tapetes de Damasco ni alfombras de Persia, ni col- gaduras de Egipto, ni muebles de Tiro, ni cosa alguna que les digese, que alli podria haber un rey; pero tuvo que ser raépida la mirada, porque enfrente vieran 4 una jéven mas hermosa que cuantas mugeres habian visto, pero tan reca- tada, tan modesta, y tan magestuosa, que cautivé sus co- razones, los santificé, y purificé. Y como sostenia en sus brazos 4 un nifio, en cuya frente oscilaba un rayo de gran- deza celestial, no se detuvieron en mirar las cosas que solo son de apariencia vana: mas yendo derechos al objeto, que — una voz interior les designaba ‘como el sér mas precioso que habia en el mundo, se postraron ante él, y lo adoraron. Y habiendo abierto sus cofres, le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra, mostrindole con estos donativos, que aprigapan en sus Corazones todos tos sentimmientos, que inspiraban las profecias que anunciaban la venida del gran ‘a Rey, que seria Dios, hombre y Principe de la paz. Indecible en verdad seria el consuelo que tendria la Vir- * — gen, al ver postrados ante su Hijo 4 estos tres monarcas, : pues este sin duda la manifestarfa la solicitud y sinceridad con que lo venian buscando; y viendo, como veia, delineado - en ellos el admirable cuadro de tantos reyes, emperadores y naciones paganas, como habian de entrar pocos afios despues en el redil de su Hijo, despreciando la vanidad y el error, tuvo sin duda su corazon uno de los mayores gozos de su. vida. j;Ah! Si queremos nosotros causar alegria 4 nuestra Madre y Sefiora, bisquemos 4 su Hijo con sinceridad como estos reyes, y tendremos lanmisma dicha que ellos tuvieron. ~ Renae EE MOMMIES FS re ug aT eter
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