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de esto; cuantas veces las grandes matronas se acercaron & los reyes, y tuvieron ascendiente en sus nobles corazones, los medios fueron la virtud, la honestidad, y la pureza de al- ma y cuerpo; y él objeto fué la gloria de los monarcas 6 la felicidad del pueblo. sie vs ~ Dos entre muchas fueron las mas-notables por sus haza fas en la nacion hebrea; y si los medios por donde legaron a cubrir sus hombros de la purpura real, fueron raros y es- traordinarios, lo que ejecutaron cuando su frente oscilaba con el brillo esplendoroso y deslumbrador de la diadema, ma- nifiesta que fueron elevadas 4 la dignidad de reinas por un aasaaiey” de la Providencia. Estas dos mujeres, tan dotes naturales y por la elevacion de sus pecto de su nacimiento, pues fueror tra hijas del 3 pero las dos legaron4 ser reinas de gran influencia y poder, y no es posible examinar sus acciones y cuanto les acontecié estando en tan elevado puesto, sin comprender que una y otra eran el tipo mas acabado de cosas venideras. Y en efecto, Ester penetrando en la residencia de Asuero,y oyendo de sus labios las palabras de amor, que confortaron su corazon afligido; y Betsabé entrando tambien en el salon del trono, donde estaba Salomon con sus cortesanos, y levan- tandose este y saliendo 4 recibir 4 su madre, y conducién- dola del brazo 4 sentarse en su mismo trono, y 4 su derecha, _ son dos acaecimientos que delinean en rasgos indelebles y firmes, lo que habia de ser la gran Sefiora que habia de ve- nir, desde el momento que saludase el horizonte de la vida momento 4 la mente los recuerdos de su vida, poco recatada en unas, licenciosa en otras y disoluta en algunas. Aun entre los hebreos sucedié que cuando alguna mujer iddlatra tuyo influencia en el gobierno, y ascen- diente en los monarcas de Ja familia de David, el resultado fué funesto parg la religion, para los reyes y para el pueblo. No. hay mas que ver 4 Jezabel en las faldas del Carmelo, Atalfa en el templo y los palacios de Jerusalén, y 4 las Moabitas y Amonitas en el aledzar de Salomon, pues ellas dieron cuenta muy pronto con los profetas muertos, los subditos asesinados, y la religion verdadera sustituida por la idolatria. a % ios Peng we” Fe SA as Spa eee ate Sa tA i Uk on AS og