BCCPAM000542-2-33p01d00000000

quik 86 Dios la llevaba al lado de este monarca, para que iecitias 4 su reino entero con su pureza, y presagiase en la conser- vacion de su virginidad. aquella vida, mas que angelical, que tendrian algun dia en un rincon de la Judea dos esposos, los cnales se amarian, como no ha habidoamor entre los que han unido sus destinos temporales en.santo enlace, y sin embargo ofrecian sus cuerpos al Sefior en holocausto peren- ne de virginal pureza, y sus aimss en olor suavisimo de inocencia y de oracion.. . Demos ya por tanto fin & éste or stebauds a Dios por haber sido tan rico y tan provido en delinear una por una, aun muchos siglos antes que naciese, las virtudes y ex- celencias de la que habia de ser su Madre. Esta admirable economia de la Providencia, de que solo se sirviéd. Dios para anunciar la futurd aparicion de su Hijo, indica que la gran- deza de Maria toca 4 los limites de lo infinito, p ues ella tam- bien ha participado de las mismas prerogativas.de ser re- presentada en simbolos, en figura y Hines. lo. ine: Dick no ha hecho con los demas hombres‘. i Y contrayéndonos al de la Sunamitis Abisag, Santen no advierte en ella la sublime signifieacion que tiene? *» ;Quién. ’ 1 No hay en la innumerable serie de pute que ha habido desde Abel hasta nosotros, mas que cuatro que hayan sido prefigurados antes de nacer; y aun estos cuatro tuvieron esa dignidad, porque pertenecian todos 4 la familia de Marfa. ‘El uno es San José, de quien fué tipo el patriarca de esie nombre vendido 4 los Egipcios; el otro el Bautista, de quien fué-tipo el profeta Jeremfas, como sienten los Padres; y los dos restantes los padres de la misma Virgen, cuyo Lipo. apareeiéd dos mil afos antes en los dos venerables esposos moradores de Mambre, 4 quiches Dios les prometié un hijo, en quien serian bendecidas todas las hati y se lo dié 4 esas de tener el esposo cien aiios y noventa sumujer. San Gerénimo y San Agustin. dicen que en esta historia ede ‘Abisag ze ha de abandonar el sentido literal, para seguir el moral, el tropolé- gico-y simbdlico que encierra, y del cual el literal es el fundamento. El sdbio Angelome, célebre escritor del siglo IX, y el abad Ruperto de Tay, dicen que David representa 4 Cristo, gue abandona la Sinagoga fria, sin vigor y corrompida, y se desposa con Abisag, es decir, con la Iglesia joven y bella, llena de fecundidad sin perder la : ine. (Cornel. a La- pid. in cap. 1. lib. 3 Reg.) _ i siiaenaiilaalll

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz