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nos & ‘una época que dista quince centurias de aquella, y oire- “Madre de Jesus, pero con acento mas sublime, con mas ¢ locuentes, con sentencias mas misteriosas, y con anun- cios de mayor ventura. ‘Entonces oiremos 4 esta sublime cantora, y la veremos- arrobada toda en la consideracion. de ~ Jas obras grandes que ha hecho en ella el Todopoderoso, ex- plicando lasee, del Sefior, cuya misericordia va de n ‘a los que le temen, cuya dies- _orgullosooy ensal -nza al humilde , -cuya providen- ra de Benet los hambrientos y deja vacios 4 ya palabra tien cumplimiento ae: por- sal examinar la historia msgs con la piedna y atencion que demandan. los libros santos, amados por San Gregorio Magno |«la Sire que el Todopoderoso ha querido. derijir ‘a = su criatura *, » no puede menos de advertirse, que no queria ‘el Sefior dejar pasar ninguna ‘época, en que no apareciesen los tipos animados de las. dos personas que habian de pre- rae ee tate Gk la Seen cuales eran Jesu- y su Mad: >» de nies de establecidos lo Yeciendo de tiempo en tiempo nob les m tronas, cuyo card ter publico iba siendo cada dia mas notable por la: posicion social que ocuparon. No son ya las esposas de los Patriar- cas las que entran en escena, sino las heroinas que consu- man hazafias varoniles y dan cima 4 empresas guerreras, 6 las reinas y princesas que arrastran la purpura y el brocado en palacios suntuosos. Aqui es una Débora que se sienta en 4 Luc. cap. 1,v. 46. 2 Epist. 60. \ _ reproduccion de este canto modulado por Maria, la a hie