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“Andw ice: tn-pow Joe latent al ‘ |ren ee la persona de su Madre. Desde se - Adan hasta Noé hubo una especie de noche profunda, en la ae Ja mas ligera rafaga de luz. Ese gran Pa-_ oa ca fué un tipo muy |bello del Redentor venidero, por ha- ae in salvado al linage humano del exterminio; y en verdad, a ningun tipo animado se presenta en esa escena espantosa _ que. represente 4 la rapa Jo que no carece de misterio; porque para redimir 4 los hijombres res del pecado, solo el Hijo de Dios tenia fuerza, poder y v tud: solo El, dice San Ber- nardo, crié todos las cosas; we oo. del enemigo; solo El libré a oe: cautivos aes amuneiando |paz; all{ el arco del cielo, que caitatglian, Ja alian- za de Dios con los hombres y la armonia del cielo con lati ra. Pero poco tiempo despues, empiezand dejarse ver aqu 5 hombres célebres, que son figura de Cristo, y junto con | ellos se presentan las nobles matronas, cuyas. cualidades ¥ virtu- des 3van disefiando las que h& de tener la Madre del Mesias. a faae et thacyinte Isaac, es 6: Hipo-tiaa simile : ~ are 1 = a L : er 5 de In Goi cupiscencia, que sintié en si misma. mi amiga. pla humildad, nae la caridad, c oe in castidad. Ti no te ensoberbeciste contra Dios, nla bien con dnimo hu- milde te sometiste 4 la voluntad del Altfsimo, y he aqui que eres mi ami- ga. Ta no prestaste oido 4 la serpiente, antes puse yo enemistad entre ti y ella, y he ahi que eres mi paloma. Ti no conociste la desnudez de la concupiscencia, antes por el contrario, el Espfritu Santo hizo sombra so- bre ti, y he aqui que eres hermosa. Ven pues, Marfa, yen; pues Eva huy6 4 los escondrijos. Ven, cree al angel que te anuncia, ya que Eva crey6 4 la serpiente susurrante. Ven, y desmenuza la cabeza de la ser- piente, ya que Eva se enredé en su cola y se deleitdé en su cabeza, (Comm. in Cant. » cap. 2.) ' Serm. 18 in Cant.