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3 2 >; * Z ie ee / bian brotado las fuentes de las aguas; aun no habia asen- ~ tado los montes sobre su pesada masa; antes que los colla~ dos era yo. dada 4 luz; aun no habia él hecho la tierra, ni los rios, ni los polos de la redondez de la tierra. Cuando é] - preparaba los cielos, estaba yo presente; cuando con ley cierta y circulo redondo cerraba los abismos; cuando afir- maba arriba la region etérea, y equilibraba las fuentes de las aguas; cuando circunscribia al mar su término, y ponia ley 4 las aguas para que no pasasen sus limites ; cuando po- nia colgados los cimientos de }a tierra, con él estaba yo con- certindolo todo, y me deleitaba cada dia, regocijandome en - todo tiempo en su presencia’. Esta era Maria en la mente de Dios desde la eternidad; la tenia consigo como el medio de obrar el gran portento de_ la aparicion de su Hijo en la tierra, y_ el no menor de subir 4 los hombres al cielo, como a la reformadora de las obras dela creacion deterioradas por la culpa, como 4 la Madre del Verbo divino humanado, como 4 la consumadora de todo bien. Pero concluyamos, que si tanto valia esta nobilisima Virgen en la mente de Dios cuando solo estaba decretada su existencia, es mucho y es infinito su valor ahora que _ existe despues de haber consumado todo lo que se habia de- cretado que hiciese desde la eternidad. Para nosotros vale hada menos que nuestra salvacion éterna: oigamos las ulti mas palabras de la misma Sabiduria, y nos convencerem Se dirije 4 nosotros, y nos dice con indecible amor las si- - guientes palabras: Ahora pues, hijos, oidme: bienaventurados los que guardan -mis | aminos; escuchad la doctrina.y sed sabios , y no querais « esecharla. Bienaventurado’ el. que me oye, y que vela 4 mis puertas cada dia, y -esté de acecho en los postigos de mi puerta. Quien me hallare, ha- lard la vida, y sacard salud del Sefior *. = !. Prov., cap. 8, vv. 22 4 31. 2 Proy., cap. 8, vv. 32 4 33,