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161 Testamento antiguo; las ondas del mar eae se dividen en dos partes y despues se vuelven 4 reunir; las piedras bro- tando aguas cristalinas y abundantes; el impetu de los rios, aqui interrumpido, all{ cohibido y echado atras; el sol dete- nido porque se le manda; ora ‘una nube que muestra el ca- mino, ora una columna de fuego, tan’pronto 4. vanguardia tan pronto 4 retaguardia; fuente amarga que rebosa dulzu- ras de miel, y vara seca cargada de flores; y ademas, antes de esto una zarza ardiendo sin quemarse; un horno encen- dido ‘y leno de rocfo, una agua encendida por otra agua, y para concluir, omitiendo otras cosas, tablas escritas por i dedo de Dios, aves que caen en los reales con * abundancia de la arena del mar, mand lloviendo del cielo.» * Todos estos portentos simbolizaban. otros mayores, con- servandose su memoria entre los hombres, con la misma avidez con que se conservan los diamantes y perlas de* valor infimo, porque se espera el cambio’ y la posesion de otras . piedras y otras margaritas, -infinjtamente de mayor valor - que las primeras. Preciosos eran, 4 no dudarlo, para los cre- yentes esos recuerdos monumenitales del poder. divino; pero «en verdad y en realidad, contin el mismo ‘santo escritor, jqué son para nosotros esos prodigios y otros, como el de tener hijos las estériles, y algunos mas, antiguos y recientes, si se comparan con los de la ‘Virgen, en quien ni las leyes de la naturaleza se encuentran, ‘ni nuestro :raciocinio puede dar un paso? ;Pueden acaso compararse la edad fria y la. See enriquecidas milagrosamente por la fecundidad parto, con los portentos de -aquella |que concibié parié siendo siempre. Virgen? Ella, qué no solo produjo flor y fruto como la antigua vara, ni did algun manantial deleznable é inanimado como el péfion del desierto, sino que nos did 4 Dios mismo hecho hombre; ella, que no solo no se consumid en el fuego, sino que se volvié divina, siendo asi que no la rodeé una llama material, como 4 los tres’ mancebos del horno babilénico, sino que se veia envuelta por el fuego 4 B. Joann. Geometr., serm. in Anuntiation., n.° XXIII. TOMO I. 11

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