BCCPAM000542-2-33p01d00000000

Biaae neg Ee - = 160 esencialmente bello y hermoso, 4 lo eterno é iaoctiea! al mismo Dios, tan pronto como viesen en medio de ellos 4 la heroina que ella describia. De ese bellisimo conjunto de grandedas se desprende la gran entidad moral de esa muger, - y se comprende que sola ella vale delante de Dios, lo que no vale todo el conjunto de seres visibles é invisibles, que hay fuera de Dios mismo. - sc Ella es infinitamente inferior a Dios, péro le toca tan de cerca, que esta rayando en lo infinito; ella no es Angel, cuya naturaleza y entendimiento tienen toda la perfeccion criada posible; pero es mucho mas que el Angel, atendido que en. esa misma epopeya esta escrito, que el angel es un ministro destinado 4 servir 4 Dios ', mientras que de esa gran muger se dice que es la hija del Rey, la esposa, la amiga, la unica querida, Es un sér humano; pero, hay en este sér, lo que no hay en los demas, ora se tomen todos juntos, ora separados: pues cada uno de los hombres, y la humanidad entera, viven en una region tenebrosa, yellos mismos son tinieblas, porque ttienen una mancha que los en- negrece , y hay en las pupilas de su alma una costra, la catarata de la culpa, que no las deja mirar 4 Dios, que es todo ‘ pureza y-santidad. Todo esto dice tambien esa epopeya di- vina; pero de esa gran muger dice otra cosa, infinitamente superior 4 estas bajezas: esa gran Sefiora es una aurora, que va arrojando las tinieblas; sol, que va iluminando 4 cuantos habitan en las regiones inferiores donde moran las sombras; y luna, que, aun en medio de las tinieblas nocturnas, da luz al que tenga que caminar en ellas °. Una preparacion tipica, simbdlica y profética, dirigids por el mismo Dios, 4 describir entre sombras las propiedades y excelencias de la gran Muger, es una prueba convincente, y lo repetimos, de que ella sola importaba en los destinos del mundo, mas que el compuesto de cuantos séres habia de ha- ber en el mismo mundo. Oigamos lo que dice sobre esto un sdbio escritor. «Muchos y grandes portentos se vieron en el Dan. cap. 7, v 10. * Cant. cap. 6, v. 9.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz