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~~ ¢ < a3 ee “Oe Stee ‘ ~ + ee ts. a ¢ 153 cos encerraba toda la historia de la Virgen, que habia de dar al mundo al Emanuel. Dejabala Dios encerrada en un libro ‘sellado, que nadie habia de abrir sino su propio Hijo; porque el templo que describia Ezequiel era todo mistico, y nada tenia que ver con el de Salomon, sino como una sublime rea- lidad comparada con su sombra. Era este templo la bellisi- ma figura de la Iglesia, que Jesucristo habia de fundar. Para comprenderlo, no hay mas que contemplar lo que salia de - ese templo: vid Ezequiel que por la fachada, que daba al Oriente, salian aguas abundantes; anduvo mil codos desde el altar de donde salian las aguas, y estas le Hegaban hasta los tobillos; anduvo mil mas, y ya le llegaban 4 las rodillas; continué andando, y tocaban 4 los mil codos hasta la cin- — tura; por fin, anduvo otros mil codos, y no pudo pasar porque pasaban sobre su cabeza: tan grande habia sido el incre- mento de aguas en tan corto trecho '. Este templo y estas aguas no significaben 1 mas que & Jesucristo, sus sacramentos, su doctrina, su Iglesia y sus -fieles, como poco tiempo despues de Ezequiel lo dijo el pro- feta Zacarias por estas palabras: En aquel dia sucederd, que saldran aguas vivas de Jerusalén *. La mitad iran dun mar, y la mitad a otro, lo mismo en verano que en invierno; y como lo anuncié el mismo Ezequiel cuando dijo Dios por su boca. Yo derramaré sobre vosotros agua pura, y sereis limpios de todas vues- tras iniquidades *. Ha de ser tan grande la virtud y eficacia de estas aguas, que han de tocar 4 las del mar y las sanaran: y cualquiera gente, cualquiera alma que las toque, seré sana, y los peces que abundardn en ellas, y todo lo que se las aproxime, serdé sano; serdn tantas las especies de peces que habra en estas aguas, que no se diferenciaran de los del mar; y habra tambien muchos pescadores que los pescaran. . ' Ezeq. cap. 47, v. 3, 4, 5. 2 Zachar., cap. 14, vy. 8. Es sabido que las aguas que tenia Jerusalén en tiempo de Salomon, venian de fuera por acueductos, sin que tuviese manantiales, ni mas aguas que lasedel torrente Cedron, que pasa por fuera de sus muros 4 corta distancia, y las lleva escasas en tiempo de sequia. 5 Cap. 36, v. 25.