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2 Cee Ses a ER NN ease pen . 147 las tradiciones ‘, 6 bien hacian aplicacion de ellas 4 cosas muy opuestas, y 4 las veces hasta indecorosas, y alguna tambien, honraban 4 los hombres con las excelencias que Dios habia revelado, que habian de ser solo para su Hijo. -Hemos visto entre tanto la virginidad y maternidad de la Virgen de Israel, preconizada y anunciada clara y distinta- mente por los profetas, y que Dios concedié 4 esta criatura excelsa un privilegio que nadie sino ella ha tenido, de ser anunciada en todas las épocas del mundo junto con la veni- : da del Redentor futuro. Tanto*honor como este exigia el des- si tino de la Virgen Maria, pues era entre todos los individuos 3 dela gran familia humana, el unico que puede lamarse el a sér necesario para la obra de la redencion y reparacion del a mundo. Al examinar este cuadro bellisimo. de los anuncios 3 proféticos sobre la Virgen, cuyas primeras pinceladas dié el mismo Dios, se ve uno precisado 4 decir que es Maria-en el gran edificio de la reparacion del hombre, lo que dice un fild- t En el libro de los Macaheos (1. cap. 8, v. 48), se dice que los gen- ‘* tiles registraban los libros de la ley para sacar de ellos las semejanzas i mas andlogas 4 sus simulacros, lo que era una horrible profanacion; 4 pues no les bastaba para su culto idoldtrico cuanto habian inventado las d imaginaciones corrompidas, sino que se apoderaban de lo que Dios ha- a bia ordenado 4su pueblo para su culto religioso, 4 fin de aplicarlo 4 la “a supersticion. Igualmente sucedié con los dogmas y tradiciones antiguas, re pues fueron trasvistiéndolas de. modo, que nadie las conocia. Baste refe- rir cémo los poetas griegos nos describen ta destruceion de la torre de _ Babel, para comprender que la ficciom poética no dejé nada sin corrom- per. Ovidio, en sus Metamé6rfosis, nos refiere la fabula, y es como sigue: : _sDicen que los gigantes desearon arrebatar el reino celestial, y para ello fueron poniendo unos montes sobre otros, hasta tocar 4 los cielos; pero sentonces, cl Padre omnipotente fulminé un rayo contra el Olimpo, y lo a »parlid por medio, dividiendo tambien 4 Pelion y 4 Osa.» iB Affectasse ferunt regnum celeste gigantes, Altaque congestos tulisse ad sydera montes. Tunc Pater omnipotens, misso, perfregit Olympum Fulmine, et percussit subjectum Pelion Oss@. En. medio de tanta corrupcion una cosa sola se salv6 del naufragio, y fué la idea, aunque vaga, de una regeneracion social por la mediacion da un hombre y una mujer.