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* > oe — :140 que ha de reinar en la tierra, semejante 4 la de los que ven acopiarse en sus eras las doradas mieses, y al regocijo que tienen los vencedores, al repartirse los ricos despojos gana- dos en una gran batalla ‘; aquella santa hilaridad del pue- blo por haberse despedazado el yugo que le sujetaba, y ha- berse roto el cetro tirdnico del exactor implacable, tenia su origen en este prodigio, porque con él ha podido nacer aque] Nifio, dado 4 todos para que extendiera suimperio en latierra, y la paz no reconociera término ni fin * , cuyo nombre seria Admirable, Consejero, Dios, Fuerte, Padre del siglo venidero, _ Principe de la paz. Y no solo van 4 parar 4 este vaticinio todos los de Isaias, sina tambien los de los demas Profetas. Vese en primer lugar abrir sus labios moribundos al Pa~- triarca Jacob, que fija su vista penetrante en el Nifio que ha de nacer algun dia, 4 quien llama la esperanza de las na- ciones *. Viene Miqueas descubriendo las calamidades de los pueblos, y anuncia que Dios los ha de tener abandonados todas sus miserias, hasta que no llegue el tiempo en que pa- rird la que ha de parir *. Grandes son los portentos que para esa época describe el citado Isaias, compendiandolos en estas palabras: En este momento romperd (el Niiio divino) el lazo atado sobre todos los pueblos,y la tela que urdid el enemigo sobre todas las naciones. Despenard & la muerte para’siempre, y enju- gard las lagrimas de todos los semblantes, y quitaré de toda la tier- ra él oprobio de todo su pueblo *. El cambio que ha de haber en los hombres cuando se vea ese Niiio de la Virgen de Israel, tenia que'ser tan grande, y los frutos de virtud tan copiosos, que el Profeta Joel no sabe explicarlo sino poniendo la me- tafora mas sublime y encantadora; pues dice que en aquel dia los montes destilardn, dulzura, y los collados nee leche *. “ ! Isai.; 6. 9,.v. 8, ; é a 2 Ibid. v. 7. 5 Gen., cap: 49, v. 10. 4 Mich.,weap. 5, v. 3. & Isai., cap. 2%,y. 7,8. 6 Jocl., cap. 3, v. 18. Por no mezclar lo sagrado con Jo profano, no queremos hablar en el texto de la obra, de la admirable analogfa que hay entre las profecias inspiradas y algunas sentencias, que sé encuentran diseminadas en las