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137 capitanes y reyes ilustres de la casa de David; su ultimo re- tofio era la Madre del Mesias; y la flor que lo coronaba, y habia de ser siempre flor embalsamadora, era el mismo Me- sias, el cual habia dicho de si por los profetas, que era la flor de los camposy el lirio de los valles; ego flos aren et lilium convallium*. — Muy claro est& que el profeta Isaias designé ‘ la Virgen Maria en el nombre que la dié de vara de Jesé, pues designé con la misma claridad 4 Jesucristo, en la flor que naceria de ella. ;Qué dice en efecto de esta flor? Sobre esta flor, dice, re- posard el esptritu del Senor, espiritu de sabiduria y de entendi- miento, espiritu de consejo y de fortaleza, espiritu de ciencia y de piedad*. Podria por un momento dudarse, de si seria esa flor una de tantas almas santas como habia habido en el seno de la nacion escogida, un hombre santo, un gran profeta; pero el vate inspirado completa su cuadro descriptivo con decir, que era esa flor la esencia de tdflas las flores de virtud, la plenitud de la santidad, de cuya superabundancia habian de recibir su aroma todas las flores misticas, que hubiese en el jardin de la Iglesia. No era esa flor un profeta 6 un justo, como los que se verian hasta entonces, pues no veria las cosas como las ven los demas hombres, ni necesitaria de re- laciones agenas para saber quién era cada cual, porque ten- dria una vista y una penetracion superiores 4 las de todos los hombres, que juzgan de las cosas y de las personas por lo que ven y por lo que oyen. No juzgard, dice el profeta, segun vista de ojos, ni argitird por oidas; sino que juzgard los pobres en justicia y reprenderd con equidad en defensa de los mansos dela - tierra. Con el espiritu de sus labios mataré al impio, y la justicia sera eingulo de sus rinones, y la fidelidad y verdad ceftidor de sus lomos *. En vista de tan pomposos y magnificos elogios, como el profeta da 4 la flor que ha de germinar de la vara de Jesé, es mas Claro que la luz del dia, que esté hablando del Mesias esperado; mas, para que nadie pueda dudarlo, no se contenta ! Cant., cap. 2, v.1. 2 Isai, cap. 11,v.2 3% Ibid., v. 3) 4, 5.

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