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! O 74 se hacen. Este espíritu es el que da valor á Muestras obras, el que comunica á las personas del mundo cierto carácter de religiosidad que las asemeja á las que viven en los claustros. Ese espíritu las dispone para el trato y comunicación con Dios, para el des- prendimiento del mundo; y este desprendimiénto y aquella comunicación debe fomentarlos el director, manteniendo vivo el espíritu que los produce. Esto me conduce directamente á explicarte cuáles deben ser nuestras relaciones con el director; pero como esta carta es yamuy larga, y queda muchísi- mo que decir sobre esterasunto de la dirección de las almas, he resuelto tratarlo por separado. Ten, pues, un poco de paciencia, que para otro día prometo decirte cosas muy provechosas y de no es- casa importancia. Entretanto, ruega al Señor que me ilumine y medé acierto para escribirte debidamente lo que resta de tan espinoso asunto. En él sólo me guía el deseo de tu santificación; tu santificación y el provecho de tu alma: he aquí lo que más desea tu afectísimo Padre en Jesucristo, Fr. Ambrosio.