BCCPAM000540-5-09000000000000

convento. Necedad de estas objeciones. Las vírge- nes en los tiempos apostólicos. San Clemente Pa- pa. Los padres de la Iglesia. No es lo mismo vota- cación al estado religioso que á la virginidad; y es injusto oponerse á esta, porque falte la otra. Pa: ra qué sirven las doncellas, si no se casan? Son la luz del mundo y la sal de la tierra. ¿No me he ca- sado yo? ¿por qué nose casa ella? Respuesta á esta objeción de madres caprichosas. XLV Las distracciones en la oración: las hay voluntarias éinvoluntarias: de estas últimas no debemos que- jarnos: las tuvieron los Santos: son como una do- lencia del alma que atrae sobre sí la compasión divina. Es imposible carecer de ellas por ,comple- to y empeño inútil el procurarlo. Hay varias fuentes de distracciones culpables: inmortificación de los sentidos, la curiosidad, el noticierismo é in- yestigación de vidas ajenas. La imaginación, loca de casa, como la llama Santa Teresa. Cualquier malestar ó desorden físico puede ser causa de dis- tracciones. Estas pueden ser también una prueba de Dios: lo que hemos de hacercon ellas. XLVI El recogimiento interior: es la antítesis de las dis- tracciones, como la salud de la enfermedad. Nece- sidad que de él tenemos. Medios para conservarlo: la guarda del corazón: en qué se diferencian los devotos de los indevotos: Los sentidos son puertas del alma. El silencio. Cuárto ayuda al recogi- miento. Produce gozo espiritual. Es necesario para nuestro aprovechamiento. Bienes que trae consigo. XLVII La vocación religiosa y sus diversos modos de ser. Vocación -clarn y eficaz: deber de corresponder á ella. Porqué llama Dios muchas veces al malo del mismo modo que al bueno. Vocación especial de algunos Santos: San Francisco de Asís y el de Borja: de qué manera tan distinta los llamó Dios. Vocaciones confusas. Elección de estado. Es difícil salvarse fuera del que Dios nos ha destinado. Ad- vertencias de San Ligorio y Santo Tomás de Aqui- ven no hay más que dos caminos, un maridoó un 316

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz