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322 ellas; pero'si dimanan de aquellas dos fuentes de que ar PA he tratado, entonces es preciso poner 1 -emedio y cegarlas con el rec ogimiento, el silencio y la guar- da de los sentidos. Una verdad de Perogrullo sería el decirte que el remedio mejor contra todas las dis- tracciones es el recogimiento, porque eso es más cla- ro que el da Y sin embargo á pesar de ser tan claro, son pocas las personas devotas verdaderamente rec 'ogid: 15; lo cual indica que ó no tienen verdadera idea del recogimiento interior, ó no conocen las can- sas que le dañan y favorecen. Por esto me detendría de buena gana á tratar de esta materia si me lo per- mitieran las dimensiones de esta larga epístola; mas ya que no me lo permiten, hago aquí punto redondo, suplicándote que no olvides en tus oraciones á tu afectísimo Padre, AMBROSIO.