BCCPAM000540-5-09000000000000
+ anduyiera por él, que nose entregara de lleno á la práctica de la virtud. Pero el mundo de hoy es tan superficial y se paga tanto de exterioridades, que hasta la virtud desdeña, si no la ve ricamente atayia- da. Por eso procuraré adornar las cartas que te escri- ba con las galas de la elocuencia, para que no eches de menos este auxilio, si por ventura necesitas de él, como yo lo necesitaba en otro tiempo. ¿Aquí pensaba poner fin á la presente; pero no lo haré sin quejarme amargamente con Nuestro Diyi- noSalvador de que los hijos de las tinieblas sean más cautos y prudentes en sus negociaciones que los hijos de la luz. Te diré por qué. Cuando un viajero quiere recorrer una región cualquiera, lo primero que hace es procurarse un mapa y un indicador que le señale el derrotero que ha de seguir y la naturaleza del suelo que ha de recorrer. Allí se entera dónde hay un paisaje hermoso y deleitable á la vista, dón- de un cavernoso túnel, dónde un río caudaloso ó un puente colgante; y cuando llega á estos puntos, nose espanta ni admira, porque ya lo tenía previsto, aun- que sólo fuera confusamente. Si encuentra en las ne- bulosas regiones del Norte un clima glacial, un terreno árido, un horizonte bajo y un cielo sin luz, no se atemoriza ni desfallece; porque sabe que no está en los tristes valles de la Grermania el claro y hermoso cielo de nuestra España. E3o mismo, cara Teófila, de- bieras tú haber hecho al emprender el largo, áspero y delicioso camino de la perfección cristiana. Si te hubieras preyenido de este modo, no te hubieras vis- to en la perplejidad en que te hallas; pero, como dijo el otro: Todavía estamos á tiempo, y más vale tarde que nunca. y ¡Ánimo, pues, y 4 emprender la. marcha con nue- vos bríos! Si en algo puedo serte útil, ya sabes que á tu disposición está siempre tu afectísimo Padre, Fr. AMBROSIO.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz