BCCPAM000540-5-09000000000000
198 mamos, y que el mayor y el más general de los ocultosimpedimentos que nos detienen en el camino de la virtud, es, 4 mi juicio, la falta de un filial sentimiento hacia Dios, nacido de la clara idea, de la íntima persuasión de que Dios es nuestro amoro- sísimo Padre. Así lo has comprendido tú, según me dices, y yo me alegro de ello; pero no vayas á creer que sólo por esto han desaparecido ya todos los obstáculos, dejando llano el camino. Hay otro impedimento también desconocido, que á muchas almas detiene en la senda de la verdadera perfección, y este es la falta de amor y especial devoción á la sacratísima Humanidad de Jesucristo. Poco importa que este amor y devoción sea al Sagrado Corazón de Jesús, á su santa Infancia, á su Pasión sacratísima, al San- tísimo Sacramento, á la preciosísima Sangre de Cris- to 6 á cualquier otro de sus misterios; lo que impor- ta es que sea á la Sagrada Humanidad de Jesucristo, 6 en otros términos, al Verbo encarnado. La esen- cia de la yida cristiana consiste en amar á Jesucris- to; ser cristiano significa seguir á Cristo de corazón, ó no significa nada; y á muchas almas les falta este seguir 4 Cristo de corazón, profesándole un amor ardiente y una devoción tierna, lo cual las detiene mucho en el camino de la santidad. Este obstáculo que voy examinando procede de la misma raíz que el anterior, es decir, procede de no conocer á fondo el alma quien es Jesucristo, de no te- ner un concepto claro, una idea exacta, ni un cono- cimiento verdadero del adorable misterio de la En- carnación, en cuánto este puede ser conocido por el entendimiento humano, mediante la luz de la fe, Mu- chas personas piadosas ignoran de verdad este miste- rio soberano, y no saben de él otra cosa sino que hay divinidad y humanidad, sin pararse á considerar que esas dos naturalezas están hipostáticamente, unidas formando una sola persona divina; y por consiguien- | | l li pi | a MA
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz