BCCPAM000540-5-09000000000000

XV] Las mortificaciones: sus dificultades y peligros: Sus frutos y provechos: respóndese ú una objeción. 1 amada Teófila: Un día te prometí hablarte de losgrandes bienes que la mortificación trae al alma, y esta me parece ocasión oportuna para cumplir mi promesa, volviendo á tomar el hilo del asunto que dejamos suspenso en la anterior, Decía allí que hay mortificaciones corporales más meritorias que la de los sentidos, más provechosas que el cilicio y que la disciplina, y estas son precisa- mente las que nos vienen sin nosotros buscarlas, ó, por mejor decir, las que Dios nos manda por sí mismo ó por medio de las criaturas. El frío, el calor, las enfermedades, la pobreza, las contradicciones, las penas, los trabajos y vicisitudes de la vida, son las mortificaciones más amargas que podemos tener en este mundo, y por lo mismo las más provechosas para nuestra santificación. El sufrir con resignación esas contrariedades, abrazarlas con espíritu de abne- gación y darles la bienvenida, es infinitamente mejor y de más mérito que los golpes de las discipli- nas y las punzadas del cilicio. Las tribulaciones inte- riores y exteriores son mortificaciones que Dios nos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz