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NITO DITMENTT A VHRIF DYaABNl10AvliA Ya uv 410/11 El mejor elogio que podemos le este libro es decir que muchos prelados de España lo han recomendado á su clero y pueblo, prodigando alabanzas al autor y ásu obra. Esta recomendación de los Sres. Obispos, aconsejando á los directores espirituales y á las personas piadosas la adquisi- ción de esta obrita, vale por cuantos elogios se puedan hacer de la misma. Cuando salió á luz por vez primera, fué acogida con entu siasmo por todas las personas que tratan de virtud y perfec - ción: la prensa católica le dedicó artículos muy encomiás ticos, en que, analizando la obra, decían: «Su objete es mar- »car' normas claras y expeditas á una alma deseosa de la »perfección cristiana, conforme á la doctrina de los maes- »tros más graves de la vida interior, y según los ejemplos de »los Santos. Es, por decirlo así, un curso completo de esta »materia, siempre antigua y siempre nueva, y que en el »modo y forma de presentarla á los fieles hay que ir aco- »modándola cada día al especial carácter de los tiempos, »pues en esto se fundan principalmente las más [frecuentes »ilusiones que pueden torcer y malograr el verdadero espí »ritu en tan delicada materia. La obra del P. Valencina »allanará muchas dificultades, pondrá en su verdadera luz »muchos puntos obscuros, hará fácil á los directores de espí- »ritu su espinosa tarea, y hará comprensibles los caminos ade la divina gracia para la práctica de las virtudes hasta á »muchas almas que en medio del ruído del mundo ó entre »las distracciones de un estado ó profesión seglar pueden, sin »embargo, con el divino auxilio, aspirar á perfección muy »alta.»