BCCPAM000540-5-07000000000000
Ó CARTAS Á SOR MARGARITA 37 Corazón. Dice el Evangelio que al acercarse Jesucristo el Domingo de Ramos á Jerusalén (figura del alma reli- giosa) miró la ciudad diciendo: “¡Oh si conocieras tú en este dia lo que está oculto á tus ojos! ¡Oh si supieras tú apreciar este dia de tu yisitación!, ¿Pues con cuánta más razón puede Jesucristo decir esto al alma desagra- decida? ¡Oh si conocieras tú, pobre alma, el grande amor que yo te tengo, y la enorme ingratitud con que me pagas! Tú, escogida entre millares, libertada de tántos peligros, dotada de tántos privilegios y gracias, elevada á la dignidad de esposa mia, alimentada tántos años con mi cuerpo sacratísimo, ¿tú, me payzas con tan negra, con tan horrenda ingratitud? Si una joven mun- dana, si una mujer del siglo, si una de las hijas de Edón me hubiera ofendido, me sería más tolerable; ¿pe- ro tú, hija de Sión, Vírgen de Israél, tú ofenderme? ¡Si fuera mi enemigo el que me ofendiera, lo su- friría: pero que me ofenda mi amiga, mi amada, mi esposa; ¡ah! esto es insufrible para mi Corazón! ¿Por qué tánto desvío? ¿Por qué tan grave injuria? ¿Qué te hice yo para que me maltrates de ese modo? ¿Quid feci tibi, aut in quo contristavi te? ¿Responde mihi? ¿No te acuerdas de aquellos dias de fervor, cuando vivía- mos el uno para. el otro? ¿No te acuerdas, cuando los dos andábamos á porfía, yo á darte pruebas de mi amor y tú á corresponder á ellas? ¿No te acuerdas de aque- llas dulces lágrimas que yo te daba, y de aquellos sus- piros amorosos que tú en retorno me volvías? ¿No te acuerdas de aquellas promesas de serme siempre fiel, y de amarme con todo tu corazón? ¿Qué se ha hecho tu palabra? ¿Qué motivos te he dado yo para tánta ingra- titud? ¿No te acuerdas, cuando yo te alimentaba con el dulce manjar de los ángeles? ¿No te acuerdas, cuando gustabas en mi mesa eucarística las dulzuras del amor divino? ¿No te acuerdas, cuando te arrojabas á mis bra-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz