BCCPAM000540-5-07000000000000
Ó CARTAS Á SOR MARGARITA 31 frutos de virtud, quiere que este fruto sea permanente. Nose satisface el Sañor con un fervor pasajero; quie- re de nosotros un amor perseverante, porque sólo el que persevere hasta el fin será salvo. La perseverancia en el obrar corona los buenos propósitos, y éstos, lle- vados adelante, nos conducen á nuestro último fin- Conviene, pues, que seamos perseverantes en el bien obrar; que nunca nos cansemos de hacer el bien, pues sólo asi podremos amontonar frutos en abundancia, Grano á grano hace la hormiga provisión para todo el año, llenando sus graneros. Volando constantemente de flor en flor, hinche la abeja su colmena de cera y miel: juntando una piedra á otra forma el arquitecto magníficos edificios; y añadiendo una moneda á otra, el avaro llega á formar un tesoro. Hagámoslo así nos - otros, Sor Margarita; juntemos cada dia virtud á vir- tud, sacrificio á sacrificio y fineza á fineza, que asi daremos al Señor gusto cumplido, porque el fruto de nuestras buenas obras será perseverante. Ef fructus vester maneat. Que allá en el mundo un alma piadosa deje un dia la oración, otro esté disipada y al siguiente cometa una falta, se explica; que allá fuera el fruto de la vir- tud no sea permanente, se comprende, porque las al- mas en el mundo son como árboles plantados en un terreno árido ó pantanoso; pero que nosotros, árboles plantados junto á:las corrientes de las aguas, no demos frutos continuamente, es una ingratitud casi imperdo- nable. Ea, pues, no seamos ingratos al dulcísimo Je- sús. El fruto que Él nos pide es el fruto suave del amor. ¿Quién se lo negará? ¿Quién no se derretirá. en amor de un Dios tan amante? (Que Él sea contigo y te haga siempre crecer en virtud, es lo que te desea tu afectísimo P. Fr, A.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz