BCCPAM000540-5-07000000000000
Al Ñ Ñ Ml | Í Ñ! ll Mi ¡ 4 128 FLORES DEL CLAUSTRO Esposo tan divino! ¡Esposo!... Alrunas veces esta pala- ¡LS] + bra la pronuncio con temor, y otras no me atrevo, no sé por qué, á llamarte asi. ¿Por qué es esto, vida mia? ¿No se ha desposado mi alma contigo? ¿no te pertenece mi sér? ¿no soy toda tuya? Sí ¡Jesús! tuya soy, y tuyo mi corazón! Este corazón tú lo criaste para amar, para adorar, para idolatrar, pero no las vanidades de la vida, no las riquezas de la tierra, no á criatura alguna, sino á Tí mismo que le diste sér; y por eso tuyos son yi todos sus latidos, tuyas todas las horas de mi existen- cia. De noche, antes de entregarme al reposo, mi últi mo pensamiento es para tí; y al reclinar mi cabeza so- bre la dura tabla que de almohada me sirve, la última palabra que pronuncian mis labios es para tí; y mi sueño es también tuyo; y al despertar, tuyo es también mi pensamiento, tuyo el primer suspiro de mi alma. Y á semejanza de la lámpara que arde delante de tu Sagrario, cuyo último destello de vida es un debil rayo que envía hacia el altar, así el último latido de mi co- razón, el último soplo de mi vida; quiero que sea un ¡te amo! que, atravesando el espacio, vaya á tener su eco en tu Divino pecho allá en el cielo ¿Y qué quieres que te diga más, vida mia? ¿Qué más quieres que te diga para probarte la firmeza de mi amor? ¿Quieres que te dé una queja? Pues bien, dime: ¿Por qué eres desdeñoso conmigo? ¿Por qué eres para mí un amante tan oculto, un Dios tan escondido? Yo, prisionera por tu amor, me acerco con frecuencia á las rejas que dan á tu sagrario, y en ellas postrada lloro; allí tecuento mis amores, allí te confio mis pe- nas, y tú.... siempre en silencio, siempre oculto, siem- pre escondido, siempre entre velos. ¿Por qué lo haces así, luz de mis ojos? ¿Por qué te ocultas tanto de mí? ¡Ay! este muro de carne tiene la culpa; este cuerpo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz