BCCPAM000540-5-07000000000000
Y ARRULLOSDE PALOMAS 111 busca afanosa el arbol donde anida, y alli, solitaria, exhala dulces arrullos, asi mi alma, cansada de las cosas de la tierra, ansiaba venirá ti, y posada blanda- mente sobre tu altar lanzar en la soledad del templo mis tiernas quejas. Tórtola solitaria ¡Jesús mio!, tór- tola solitaria -es mi alma sobre la tierra; tú eres mi único compañero, y por eso busco anhelante tu dulei.- sima compañía. Tu altar es el arbol de místicos rama jes donde únicamente puede posarse el alma mia, por que en la fronda de este arbol. he colgado el nido de mis amores. Y dime ¡Jesús de mi alma!, en esa soledad en que te ves, en ese olvido y abandono en que te dejan los hombres, ¿te consuela algún tanto mi compañia? ¡Ay, yó soy tan feliz con la tuya!.... En tu divina presencia no hay amarguras para mi alma. Si vengo á tí llena de dolor y pena, se desvanecen mis penas y mis dolo- res, y sólo siento placer en mi corazón. 'Tu divina pre- sencia da siempre á mi alma dulce paz, y mi corazón goza en silencio Ja compañía del bien que adora. Cuando aún tú no. estabas en la tierra hecho pri- sionero de amor por los hombres, andaba la Esposa de los cantares desolada, buscándote por calles y plazas; y como no te hallaba, preguntaba solicita á todos los que encontraha: Por ventura, ¿vísteis al que ama mi alma? Pero ahora.... ¡qué dicha! ¡Prisionero mio! ¡qué dicha! ahora no es así, porque para hallarte, sólo ten- go que remontar el vuelo y posarme en el nido de mis amores. ¡Oh qué atracción tiene ese nido para mi! Cuando tú atraes á un alma con tu mirada ó con tu amor, ella corre hacia ti como el acero tras del imán: ella te busca como busca la paloma-sedienta á la fuen- te cristalina; y al llegar á tu altar exclama con la sa- grada Esposa: Hallado he al que ama mi alma, téngole y no lo soltaré.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz