BCCPAM000540-5-07000000000000
Y ARRULLOS DE PALOMAS 397 Él en el calabozo donde lo encierran, para acompañar- le el resto de la noche, encerrada juntamente con El; y entonces arranco la cadena que oprime su Divino cuello y la pongo en el mío (que bien merecida la ten- go); y con mis dientes y manos, desato las suyas, ata- das y lastimadas por mis culpas, apartándole después aquellos cabellos ensangrentados y llenos de lodo que impedían la vista de sus divinos ojos, y quitándome el velo, limpio su rostro lleno de sudor, de sangre y salivas. Entonces levanta hacia mi sus ojos, habla á mi alma, y en deliciosa conversación me paso con El la noche. En prima, tercia, sexta y nona, sigo meditando por el mismo estilo los pasos de su pasión dolorosa, hasta llegar á Completas, hora en que lo dejo en el sepulcro y allí me quedo con Él, diciéndole á mi alma: ¿Quiéres reinar con Jesús? sufre y padece en la tierra como Je- sús; ama como Jesús; perdona como Jesús y gozarás con Él por toda la Eternidad. Obediencia Santa; estás contenta? Quiéres que di- ga más? No me dejo llevar de tí como la pluma del viento? Pues dame gusto esta vez, y no me hagas decir las consideraciones con que acompaño el rezo de las horas matutinas y vespertinas. Bastante he dicho! Fiat, fiat! a
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz